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Apuesta al futuro

El Bicentenario es el oleoducto más moderno y seguro del país. En la fase ya construida se invirtieron 1.200 millones de dólares.

31 de enero de 2015

En los últimos años, el transporte de combustible ha sido uno de los grandes cuellos de botella de la industria petrolera colombiana. Mover el crudo por carrotanque no solo es más costoso e ineficiente, sino que tiene graves implicaciones ambientales, además de afectar la poca red de infraestructura del país.

Por ello en 2010, Ecopetrol concibió la idea de construir el oleoducto Bicentenario como el más ambicioso proyecto para transportar 450.000 barriles de crudo por día desde Casanare hasta Sucre, atravesando el país de oriente a occidente.

El proyecto original hablaba de un tubo con una extensión de 970 kilómetros y que demandaría inversiones cercanas a los 6.000 millones de dólares.

Para su construcción, se unieron varios socios estratégicos que se beneficiarían de este nuevo sistema de transporte. En diciembre de 2010 Ecopetrol se unió con seis compañías productoras de crudo: Pacific Rubiales Energy, Petrominerales Colombia Ltda., Hocol S.A., Canacol Energy S.A., Vetra Exploración y Producción S.A.S y Grupo C&C Energy (Barbados) Ltda., creando la sociedad colombiana Oleoducto Bicentenario de Colombia S.A.S.

Se planeó que el proyecto se realizaría en tres fases, la primera de las cuales entraría en funcionamiento a finales de 2011. Sin embargo, se retrasó debido a problemas de orden público, ya que las zonas por las que pasa son de activa presencia de frentes de las Farc y del ELN. Demoras en la licencia ambiental y desacuerdos con la comunidad también afectaron la marcha de la obra.

Finalmente, en noviembre de 2013 entró a operar la primera fase desde la estación Araguaney (Casanare) hasta la estación Banadía (Arauca) donde se une con Caño Limón. Incluye 230 kilómetros de tubería, más otras obras en la terminal Coveñas, donde se construyeron dos tanques con capacidad de almacenamiento de 600.000 barriles. La inauguración de este tramo permite transportar entre 110.000 y 150.000 barriles de petróleo por día.

Esta fase, que lleva en funcionamiento poco más de un año, ha permitido evacuar el crudo pesado que se produce en el oriente del departamento del Meta.

A finales del año pasado, Ecopetrol aseguró que la fase 2, entre la estación Banadía y la estación Ayacucho (Cesar), y la 3 entre Ayacucho y Coveñas (Sucre), posiblemente no se construirán debido a problemas de seguridad. Además, por ahora, dada la capacidad que tiene Caño Limón se podría aplazar el resto del proyecto.