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La ministra de Ambiente, Luz Helena Sarmiento, aseguró que tomaba la decisión para que un desastre ecológico de esa magnitud nunca se repita.

MEDIOAMBIENTE

Multa histórica a la Drummond

La sanción de casi 7.000 millones de pesos por derramar carbón en el mar crea un precedente clave para conservar los recursos naturales.

21 de diciembre de 2013

La multa que le impuso el Ministerio de Ambiente a la Drummond esta semana no tiene antecedentes en Colombia. La carbonera tendrá que pagar 7.000 millones de pesos por haber vertido al mar, el pasado 13 de enero, cerca de 500 toneladas de carbón.


Este es el monto más alto que se le ha impuesto a una minera en el país, y sin embargo es poco comparado con el de multas similares en otros lugares del mundo. La ministra de Ambiente, Luz Helena Sarmiento, aseguró que tomaba esa decisión para que un desastre ecológico de esa magnitud “nunca se vuelva a repetir”.

Lo que es histórico no son esos 7.000 millones de pesos, sino el significado que tiene la sanción para el desarrollo de la minería. En el país hay pocos antecedentes de que la protección de los recursos naturales se imponga frente al poder de la industria extractiva. 

La multa estuvo enredada por meses, pues la empresa había interpuesto tutelas y otras acciones jurídicas. Primero intentó demostrar que la autoridad ambiental no era competente para sancionarlos, sino que el caso debía estar en la Dirección General Marítima (Dimar). Luego recusó a la ministra de Ambiente, alegando que, como había dado entrevistas a los medios, había prejuzgado sobre el tema.

La decisión de esta semana es el resultado de ese tire y afloje en el que finalmente triunfaron los ambientalistas. Pero ellos nunca habían ganado de esta manera y hay casos que así lo demuestran. Los expertos citan el de la empresa de productos químicos Dow en la bahía de Cartagena en 1989, que vertió al mar 238 kilos de un químico contaminante llamado Lorsban. El caso lleva casi 25 años en los tribunales, pues pese a que la multaron, a punta de recursos jurídicos se ha escapado de hacer el pago. Hoy el caso está en la Corte Suprema de Justicia.

La multa contra la Drummond también ha sido criticada. Para ambientalistas como Julio Carrizosa el monto de la sanción es muy bajo. Álvaro Pardo, director de la organización Colombia Punto Medio, agrega que esa suma no representa ni las ganancias de un día de operación de la empresa carbonera. Sin embargo, es la más alta sanción que según la normatividad se puede imponer. 

En otros países, las autoridades ambientales tienen más dientes y pueden incluso llegar a volver inviable una operación de esta industria. Por el derrame de petróleo del golfo de México la empresa British Petroleum tuvo que pagar una multa de 4.500 millones de dólares. Y todavía faltan las indemnizaciones a las comunidades afectadas.

El tema que viene para la Drummond tiene mucho más peso. La empresa tiene que cumplir con hacer el cargue del carbón de manera directa y no por barcazas a partir del próximo 1 de enero. Las otras carboneras que operan en la zona, como Glencore, ya hicieron sus puertos para ese fin. Sin embargo, Drummond anunció que no podrá cumplir con esa obligación y pidió un plazo. 

Si el Ministerio de Minas no se lo da, las implicaciones económicas de parar la exportación de carbón serían enormes. Pero si el ministerio cede y otorga el plazo, iría en contravía del mensaje que envió la ministra de Ambiente con la multa. Por eso, el exministro de Ambiente Manuel Rodríguez afirmó que la multa sin el cargue directo sería un poco de garrote con un poco de zanahoria.