| Foto: Gabriel Peña

AUTOMOTRIZ

Al volante

La industria automotriz sigue en su cuarto de hora. Los importados van a toda velocidad y las ensambladoras nacionales tienen la mira puesta en los mercados externos.

11 de mayo de 2013

En la cancha del sector automotriz ningún jugador se puede descuidar. Ahora les llegó el turno de avanzar a los carros importados, que ya representan el 70 por ciento del mercado, cuando hace unos años eran solo una tercera parte. De los 315.968 vehículos que se vendieron el año pasado en el país, 213.820 vinieron del exterior, muchos de ellos traídos por las propias ensambladoras colombianas. 

Los importadores están de fiesta. Hyundai, por ejemplo, se mantiene como la tercera compañía en ventas con 29.710 unidades el año pasado, seguida de Kia y Nissan. Los acuerdos comerciales y la revaluación del peso explican este comportamiento. Hoy se consiguen 60 marcas y más de 1.000 referencias, lo que está diversificando el menú de opciones y ha llevado a que más colombianos acceden por primera vez a un carro, un lujo hasta hace pocos años. 

Pero las tres ensambladoras locales no están dispuestas a ceder el terreno que han ganado durante décadas. Ahora tienen la mira puesta en los mercados externos y están tomando medidas para adecuar los procesos productivos a las nuevas circunstancias del mercado. Ese es el caso de GM Colmotores que invirtió 200 millones de dólares en la Zona Franca Industrial Colmotores (Zoficol), en la que hoy tiene una moderna planta para fabricar vehículos, no solo ensamblarlos, como en el pasado. Su meta es exportar cerca de 40.000 unidades en los próximos cinco años y producir menos modelos pero un mayor volumen. 

Jorge Mejía, su presidente, dice que este es un paso trascendental porque significa que la industria automotriz está haciendo una verdadera reconversión para adecuarse a una economía más abierta y competitiva. No obstante, considera que el gobierno debe hacer mayores esfuerzos para apoyar este sector, un gran generador de empleos directos e indirectos. “El peor enemigo es la revaluación, más que el TLC con Corea”, sostiene el directivo. 

Sofasa Renault lleva la delantera como la principal exportadora de vehículos del país. El año pasado vendió 31.163 unidades en el exterior, con un crecimiento del 256 por ciento. Luis Fernando Peláez, su presidente, afirma que las ventas estuvieron jalonadas por la camioneta Duster que tiene gran acogida en México, una de las naciones más competitivas de la región, ya que fabrica anualmente cerca de 3 millones de unidades. 

El dinamismo de la industria automotriz por conquistar el mercado externo se refleja en las cifras del Dane. Las exportaciones de vehículos llegaron el año pasado a 569 millones de dólares, o sea que crecieron un 36 por ciento. En apenas dos meses de este año ascienden a 200 millones de dólares, una cifra récord para este lapso.

Pero mientras se ven los mayores esfuerzos de las compañías por buscar otros mercados, la desaceleración en los primeros meses de este año comenzó a inquietar al sector. Según cifras de Econometría, entre enero y marzo de este año se vendieron 66.433 unidades, un descenso del 19 por ciento frente al mismo periodo de 2012. 

Para Fabio Sánchez, presidente de la CCA-Mazda, este comportamiento se explica por la reforma tributaria que incluyó un impuesto del 8 por ciento para los vehículos de pasajeros y comerciales, particularmente los pick up, que son muy demandados por comerciantes, industriales y agricultores. “No se entiende cómo en la reforma tributaria se ataca de manera frontal un sector productivo sin un análisis de fondo”, afirma.

A pesar de este descenso, tanto las ensambladoras como las importadoras esperan por tercer año consecutivo lograr ventas cercanas a las 300.000 unidades, si se tiene en cuenta el descenso en las tasas de interés, el mayor acceso al crédito, los nuevos modelos que están saliendo y los precios competitivos.

Carlos Pineda, gerente de marca de Suzuki, afirma que este mercado tiene un alto potencial, pues mientras en otras naciones con un nivel de desarrollo similar, como Chile, se venden 16 vehículos por cada 100 habitantes, en Colombia se vende la mitad. 

Pendientes de Corea

Hay una gran expectativa en el sector por la firma de nuevos acuerdos comerciales y el proceso de desgravación arancelaria. En los acuerdos negociados con Estados Unidos, Canadá y la Unión Europea se fijaron plazos de desgravación de entre cinco y diez años. De México los carros sí entran con cero arancel por los acuerdos comerciales firmados con la nación azteca hace una década. 

Ahora los ojos están puestos en el TLC con Corea del Sur, el quinto productor mundial de automóviles. Con ese país se definió también un plazo de desgravación de entre cinco y diez años para autopartes y vehículos. Por eso el sector está enfocado en fortalecerse en algunos mercados, especialmente en los países andinos y centroamericanos. Este acuerdo comercial debe entrar en marcha a comienzos del año entrante.