En los planes del Banco Agrario está vender un paquete de acciones de la entidad al sector privado.

BANCO AGRARIO Y FNA

Banca del campo y cultura del ahorro

Es el único banco estatal de primer piso que le queda al país y el Fondo Nacional del Ahorro (FNA) es una empresa industrial y comercial del Estado.

11 de mayo de 2013

Banca del campo

Es el único banco estatal de primer piso que le queda al país. La Nación, por medio del Ministerio de Hacienda, es dueña del 99,9 por ciento de sus acciones. El mínimo restante corresponde a entidades estatales nacionales y locales (Bolsa Nacional Agropecuaria, Corabastos y Mercar). El Banco Agrario ha mostrado, en 13 años de vida, que uno público puede ser rentable y eficiente. 

Compite en el mercado con la banca comercial privada, pero dirigiendo sus servicios con mayor énfasis al sector rural. Su misión, por ser estatal, es precisamente aliarse con los empresarios del campo, lo que explica su presencia en 900 municipios del país. El año pasado desembolsó 4 billones de pesos para financiar actividades agrícolas, pecuarias, forestales y agroindustriales. El 90 por ciento de su cartera corresponde a este sector.

Por el volumen de sus activos, que llegan a 18,19 billones de pesos, es el sexto banco en tamaño del país y el quinto en utilidades. En 2012, estas llegaron a 506.982 millones de pesos, un 33,3 por ciento más que en 2011.

El Banco Agrario es además el ejecutor de la política de vivienda rural del gobierno. Entre el año pasado y el presente se han entregado 100.000 unidades gratis a los campesinos más pobres. 

El futuro podría traer cambios importantes. El gobierno es partidario de vender un paquete de acciones a particulares, en un esquema similar al que realizaron Ecopetrol e Isagén. Según Francisco Estupiñán, presidente de la entidad, al vincular al sector privado al capital accionario se le daría un cambio significativo a la administración del Banco Agrario. Por ser público, este tiene algunas limitaciones en temas como la contratación de personal, la apertura de oficinas y la toma de algunas decisiones. 

Cultura del ahorro

El Fondo Nacional del Ahorro (FNA) es una empresa industrial y comercial del Estado, de carácter financiero, que se ha convertido en un gran jugador en el mercado de las cesantías. Participa con el 29 por ciento de esta torta, por la que compite con los fondos privados. El FNA ha sido desde hace tres años el número uno en el recaudo de cesantías (el año pasado ascendió a 1,2 billones de pesos) y el cuarto por número de afiliados (1.475.099). 

Dos programas han sido clave en el crecimiento del FNA: el crédito para la compra de vivienda de sus afiliados y la financiación de estudios de los trabajadores. El año pasado desembolsó 928.210 millones de pesos para la compra de vivienda en 20.717 créditos, y 6.412 millones para estudios en 1.853 préstamos. En este último producto, el FNA cubre hasta el ciento por ciento de los programas de pregrado, posgrado, doctorado, diplomado, educación continuada y bilingüismo, no solo para el afiliado sino para su núcleo familiar.

El Fondo tiene activos por 5,29 billones de pesos, que lo convierten en una importante entidad financiera, mientras sus utilidades ascendieron a 116.000 millones de pesos. Uno de los principales retos a futuro, según explica Ricardo Arias, su presidente, es crear nuevos productos como los TACS, un modelo financiero que permitirá a los beneficiarios hacerse dueños de una vivienda nueva pagando cuotas mensuales.