Cambio extremo

Después de diez años, el Grupo Argos terminó su proceso de transformación. De ser una compañía accionista de varias empresas cementeras en Colombia pasó a ser un conglomerado con presencia internacional e inversiones en sectores estratégicos. El grupo está hoy presente en el negocio de la infraestructura en varios países de la región con participación en los negocios cementero, energético, portuario, carbonífero e inmobiliario. 

El cementero está en cabeza de Argos, la nave insignia del grupo, con presencia en Colombia, el Caribe y Estados Unidos. La compañía adelanta un proyecto de expansión en las plantas Rioclaro, Nare y Cairo. En el Caribe se dio inicio a las operaciones de concreto en República Dominicana y en Surinam. 

La actividad energética está en manos de Celsia. Durante el año pasado continuó con el plan de expandirse, destacándose la firma de un contrato para adquirir las acciones de la compañía propietaria del proyecto hidroeléctrico Porvenir II. A su vez, Epsa puso a operar la central Alto Tuluá. Esta se vio afectada el año pasado por los atentados contra la infraestructura energética que generaron la suspensión de operaciones. Lo mismo sucedió en el proyecto Bajo Tuluá. El año pasado Celsia puso en operación la central Hidromontañitas en Antioquia, en donde se invirtieron 127.000 millones de pesos. 

Por su parte, Sator  maneja el negocio de carbón, en donde se estiman 873 millones de toneladas de recursos y 156 millones de toneladas de reservas. Esta compañía nació cuando  el Grupo Argos decidió separar su negocio carbonífero y tuvo ingresos el año pasado por cerca de 70.000 millones de pesos, disminuyendo un 13 por ciento frente al año anterior.

También el año pasado, el Grupo Argos fusionó sus activos portuarios con los de Muelles El Bosque, al crear Compas, una sociedad con siete puertos en Colombia en ambos océanos, que puede movilizar 14,4 millones de toneladas. Esta compañía llegó a un acuerdo con Abocol (Abonos Colombianos) y con la chilena Saam para explotar comercialmente el puerto Buenavista, así como para desarrollar un centro logístico integral de gran escala,  ambos en Mamonal, Cartagena.  

En este proceso de transformación, también se creó a Situm como la empresa que continuará  el desarrollo urbanístico que se ha venido ejecutando en los últimos diez años, e incursione en el negocio de propiedades para arrendar. Entre los hechos relevantes de esta compañía,  está que, en 2012 se licenciaron alrededor de 30 hectáreas de tierra para proyectos actuales y futuros en Barranquilla y Puerto Colombia.