| Foto: Gabriel Peña

CEMENTO

Con buenos cimientos

Las cementeras están a bordo de las locomotoras de la vivienda y la infraestructura. Este año se avecinan millonarias inversiones para ampliar las plantas de producción.

11 de mayo de 2013

El cemento es un insumo clave para el sector de la construcción, el motor de cualquier economía. Para Colombia se trata de una industria estratégica, pues es un producto crítico para las locomotoras de la vivienda y la infraestructura, sobre las cuales están cifradas las esperanzas de un mayor crecimiento y desarrollo.

Este es un mercado en el que participa un número reducido de jugadores, dado que las barreras de entrada son altas, pues la inversión inicial en plantas es muy considerable. Además, los rendimientos se alcanzan a escala, los costos de distribución son altos y la posibilidad de acumular inventarios es baja. 

En Colombia hay tres grandes cementeras que se disputan el mercado, dos extranjeras y una local. Se trata de Cemex (México), Holcim (Suiza) y Argos (GEA), que comercializa alrededor del 95 por ciento del cemento Portland 1 que se vende en Colombia. Tres pequeñas compañías, San Marcos, Tequendama y de Oriente, tienen una participación marginal.

Los tres jugadores principales del mercado creen que 2013 será bueno y superará la producción de 10,5 millones de toneladas de 2012. Hay razones que alimentan ese optimismo. En primer lugar, están en etapa de ejecución las 100.000 viviendas gratis del gobierno, y en segundo, hay obras de infraestructura en camino como la Ruta del Sol, las vías Bogotá-Villavicencio y Bogotá-Buenaventura, entre otras, así como los proyectos hidroeléctricos y la ampliación de puertos y aeropuertos que demandan grandes cantidades de cemento. 

Para Jorge Mario Velásquez, presidente de Cementos Argos, una compapañía que hace parte del Grupo Argos, la dinámica será mayor en el segundo semestre del año, cuando comenzarán varias obras de infraestructura. 

Para atender la mayor demanda, Argos adelanta un programa para expandir sus plantas en el centro del país, con una inversión de 93 millones de dólares, que le permitirá incrementar en 900.000 toneladas la capacidad instalada en esta región, a lo que se suma que está reforzando la presencia en ciudades intermedias. Los planes de crecimiento de la empresa incluyen nuevas  inversiones en el exterior. 

Argos es el quinto productor de cemento de América Latina y está presente en República Dominicana, Haití, Surinam y Estados Unidos, en donde es la tercera productora de concreto y la segunda de cemento en la región sureste. En ese país tiene fábricas de cemento y concreto y planea ampliar la planta de Harleyville, en Carolina del Sur, para atender mejor ese mercado. 

Carlos Jacks, presidente de Cemex Colombia, señala que el desempeño de la industria cementera será muy favorable en el corto y mediano plazo, porque el país tiene un déficit superior al millón de viviendas y el consumo per cápita de cemento es más bajo que en otras naciones, como Brasil o México. 

El único riesgo que ve es que no se logre una adecuada ejecución de las obras, especialmente las relacionadas con la infraestructura vial. “Colombia es un país con gran potencial, por eso estamos invirtiendo 75 millones de dólares”, afirma el directivo.

La compañía Cemex planea ampliar la capacidad de su planta en Bolívar, que comenzará a operar a finales del año y a abrir puntos de ventas de Construrama, la mayor cadena de ferreterías de América Latina.

Por su parte la empresa suiza Holcim, el mayor productor de cemento del mundo, adelanta estudios de factibilidad para construir una nueva planta de cemento con capacidad de 2 millones de toneladas, que requerirá inversiones por 600 millones de dólares. Su presidente, Miguel Ángel Rubalcava, dice que con este proyecto responderán a las necesidades que irán llegando con el avance de las locomotoras de la vivienda y la infraestructura.

La recuperación

El sector registró un descenso en la producción de cemento gris en los tres primeros meses del año debido a la lentitud en las obras de planes habitacionales en varias regiones del país, especialmente en Bogotá, Antioquia y Valle. Aunque el año pasado se reportó un descenso superior al 20 por ciento en las licencias de construcción, las cifras reveladas por el Dane muestran que en los dos primeros meses del año la tendencia se había revertido y el área aprobada estaba creciendo 13 por ciento. 

La gran incertidumbre es Bogotá, donde hay problemas relacionados con el alto costo de la tierra, la especulación con los precios en algunos sectores, los líos en la instalación de servicios públicos y la falta de terrenos para construir vivienda prioritaria.