Buen tipo

Jean-Claude Bessudo empezó de mensajero durante unas vacaciones en la agencia de viajes de su tío y no se imaginó hasta donde llegaría. Quiso ser matemático, pero la vida le tenía preparado otro rumbo en Aviatur, la agencia que nació en 1957 y que se convirtió en un grupo empresarial que incursiona en muchos otros negocios.

Durante seis décadas, Aviatur ha atravesado momentos buenos y malos, pero todos le han dejado grandes lecciones a Bessudo, quien tiene dos palabras claves en el trabajo: delegar y verificar.

Tiene fama de tener un gran corazón. Puede dedicarse personalmente a atender un cliente y resolverle los líos que sean, hasta lograr que se desplace a su destino. Dice que las empresas son un equilibrio entre lo interno –con sus empleados- y el entorno externo. Y allí es donde cabe la responsabilidad empresarial, de la cual afirma hay que hacer mucho y hablar poco. Cuando le preguntan cuál ha sido la clave de su éxito, responde que ser un buen tipo, contestar el teléfono y no tener papeles sobre el escritorio.

Para muchos realmente es su capacidad de innovar, la fórmula del éxito, pues reiventa todos los días el negocio del turismo.