Cambiar de rumbo

Respecto al artículo de Hernando Gómez Buendía de la edición #991 y a riesgo de parecer repetitivo en las opiniones que se escuchan o leen a diario en los medios, acerca de nuestro proceso de paz, yo considero que la única salida al conflicto colombiano es la negociada, cambiar de rumbo en estos momentos o en cualquier otro momento de aquí en adelante, sería perder todo el tiempo que le ha dedicado el actual gobierno, además de enviar al país a un baño de sangre aun mayor al que actualmente vive, dando por descontado, que “algo” tiene que pasar, no podemos seguir truncando nuestro desarrollo y nuestras oportunidades de mejorar, simplemente porque los actores del conflicto nos mantienen presos en nuestros hogares víctimas del miedo que nos acecha por sus actuaciones. Considero que no es justo con nosotros ni con las futuras generaciones esta constante de guerra y miedo a la que estamos obligados a someternos. De algo estoy seguro, hay que parar el curso de la guerra, a cualquier precio, y si en el proceso de detenerla se derrama menos sangre mejor. Ya estoy ‘mamado’ de tener que darle todo lo que sé a otros países que no dieron nada para mi formación, y no poder darle nada a Colombia que fue la que me dio la vida y lo que sé, simplemente porque no se puede por la guerra en que estamos sumergidos, guerra por demás sin sentido, digo sin sentido, cuando pienso en la cantidad de gente que llega a diario a las grandes ciudades abandonando el campo, dejando de hacer lo que saben, dejando de generar bienestar y riqueza para ellos mismos y el país, de la misma forma en que tampoco pueden hacerlo todos los desempleados de las ciudades que aunque tienen formación no consiguen trabajo, de nuevo porque la violencia no permite la inversión. Debemos parar esto, por medio del diálogo, preferiblemente.