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"Aunque no son unas elecciones emocionantes, hay que hacer el deber de votar" Jorge Sarmiento

3 de mayo de 2014

Vacuo promeserismo

A pesar de lo apretado de las encuestas (SEMANA n.° 1669) poco creo en ellas, Santos y su política de paz, serán reelegidos. La firmeza y decisión  con que la actual administración ha afrontado, en estos últimos cuatro años, los graves problemas políticos y sociales heredados, no pueden ser encandilados por el vacuo promeserismo de la oposición,  en todas sus vertientes, que con miopía increíble, pone en juego  el futuro y progreso del país. Enfermedades internas como la violencia, la inseguridad, el desempleo, la pobreza absoluta, el desmedro internacional y la falta de educación, han sido curados en buena parte por este gobierno. De ahí que el 25 de mayo, las grandes derrotadas serán las encuestas.  

Miguel Durán Ordóñez
Bogotá

Al menos malo

Sobre el titular de portada en la edición n.° 1669, creo que a quienes están apretando  es a los colombianos, que tenemos que elegir entre los malos, al menos malo. Cada uno de ellos a mi modo de ver están en declive, así le digan a Zuluaga que despegó, comenzando por las damas Clara López y Marta Lucía Ramírez, que bien saben ellas no van a hacer nada, más que llenar sus egos de candidatas y con el perdón de ellas, solo son un relleno sin posibilidades. El candidato Peñalosa ha llegado ahí porque esta vez se apuntó con los de Alianza Verde, ya que había quedado con las narices frías acompañado por Uribe para la Alcaldía de Bogotá y el arribista Zuluaga, va por el mismo camino, así cambie su campaña de colores, de todas maneras va a quedar sin la compañía de José Obdulio y de Santico, el vicepresidente, pues ni ellos, ni sus seguidores le votarán y mucho menos los que no apoyaron el gobierno desastroso para Colombia de Uribe. 

Del candidato-presidente teníamos muchas esperanzas cuando se le salió de las cuerdas a Uribe, pero vuelve y cambia y apoya otros que siguen en la corrupción, como son los enemigos de Gustavo Petro y al fanático procurador;  también nombra de vice a alguien como Vargas Lleras, otro creído y arrogante, de las mismas familias dueñas de la finquita llamada Colombia, para seguir apretando más al pueblo y favoreciendo a los de su clase. Lo único que le vemos bueno es tratar de conseguir la paz para el país, que es lo que anhelamos los colombianos. Con estos candidatos por elegir, cada cual escogerá al menos malo para él. Así que las esperanzas de las mayorías colombianas se ven frustradas y seguirán apretadas con el que llegue a ganar. 

Juan B. Abuchaibe Rocha
Medellín 

En encuestas a la baja

En la edición n.° 1666 de revista SEMANA aparece un artículo que explica por qué al presidente le va mal en las encuestas, si la economía va bien. Allí se afirma que el país va por buen camino, idea de la que difiero ya que precisamente las crisis de la salud, el campo y la educación son indicativos de que el país no pasa por su mejor momento. Aunque es cierto que Colombia se ha convertido en un atractivo para la inversión extranjera lo es porque el gobierno le ha dado grandes exenciones de impuestos a las empresas multinacionales. También es importante anotar que a pesar del crecimiento económico, el país sigue siendo uno de los más desiguales de la región. 

A todos estos problemas, se le suma la falta de liderazgo de Santos en llevar a cabo reformas trascendentales para sacar al país de las distintas crisis que vive. Uno se pregunta ante los sonados casos de mala atención y hasta de muerte de pacientes por qué el Estado no toma medidas contundentes contra las EPS. Es precisamente esa falta de liderazgo en los temas cotidianos que afectan a los ciudadanos de a pie la que causa una baja popularidad de Santos en las encuestas.

Ricardo Rodríguez
Cali

Consideraciones jurídicas

En esta ocasión escribo para comentar su artículo ‘El teatro de lo absurdo’, edición n.° 1669. Afirma que tras Petro  “cualquier mandatario elegido por voto popular podrá pedir la nulidad de la sanción ante cualquiera de estas dos instancias. Y si bien no se le garantiza la anulación, sí le deben dar las medidas cautelares que lo mantendrán en el cargo mientras fallan el fondo del asunto”.

Inicialmente se debe aclarar que antes y después del caso Petro, cualquier servidor público tenía y tiene el derecho de acudir ante el Consejo de Estado vía “acción de nulidad y restablecimiento de derechos” o a la CIDH si considera que alguno de sus derechos consagrados en el Pacto de San José está siendo vulnerado, el análisis en cualquiera de las dos instancias parte de las condiciones particulares y subjetivas del caso concreto. 

Ahora bien, a modo de ejemplo de un uso indiscriminado de la tutela, dicen “qué hubiera ocurrido, por ejemplo, si el entonces presidente Álvaro Uribe, cuando buscaba un tercer mandato, hubiera acudido a una ‘tutelatón’ como la de Petro para reclamar su derecho a elegir y ser elegido o cualquier otro derecho fundamental”. Olvidan que en ese caso existía una disposición constitucional que impedía que el presidente pudiera lanzarse por tercera vez. 

En el caso Petro se presentan radicales diferencias: en primer lugar no hay claridad sobre la disposición constitucional que faculta a la Procuraduría para que administrativamente pueda destituir a funcionarios de elección popular puesto que si bien constitucionalmente existe tal facultad, vía bloque de constitucionalidad también está incluido en la Carta Magna el artículo 23 del Pacto de San José que afirma que cualquier restricción al derecho político de ser elegido solo puede mediar por condena de juez penal. 

Así mismo los hechos que configuran las causales esgrimidas por el procurador resultan lejos de ser ostensibles y fácilmente probables, por esa razón hay lugar a la polémica. Del mismo modo no debe producir ninguna suspicacia que un Tribunal de Restitución de Tierras haya fallado la tutela que restituyó a Petro, puesto que dicha autoridad detenta la jurisdicción constitucional para hacerlo.           
Camilo Bermeo
Pasto

Seamos serios

Excelente el artículo de Antonio Caballero, ‘los Funerales de la Mamá Grande’, lástima que al parecer no todos los periodistas de la propia Revista SEMANA lo hayan leído. ¿Cómo es posible que en el pie de foto publicado en la última revista (edición n.° 1669 página 15), en la que aparecen la esposa y los hijos de Gabriel García Márquez, se afirme: “Le dan el último adiós a quien ha sido considerado el mayor novelista en castellano desde Miguel de Cervantes”. Por favor,  seamos serios, eso es igual a decir que después de La Marsellesa nuestro himno es el mejor. Definitivamente, ese es el patrioterismo endémico que nos subyuga ante nosotros mismos, “el espíritu de colonizados agradecidos o suplicantes” del que habla Caballero.

Enrique Aguirre Belgrano
Medellín

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