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"Ningún homenaje es suficiente para Galán." - Heriberto Monsalve, Medellín.

23 de agosto de 2014

Sobre Galán

Semana quiso recordar a sus lectores los 25 años de la muerte de Galán y su legado. Ninguno de sus artículos aclara ni los hechos ni los contenidos de su pensamiento político. Thoumi sostiene que su oposición al narcotráfico “no era moral”, pero Gaviria asegura que su verdadero legado “es su visión ética de la sociedad”. Deas opone el Nuevo Liberalismo de Galán a Turbay Ayala, quien tuvo “otras virtudes también”.  A Sánchez Cristo le pareció un “actor de cine” que “vencería la lechona y el aguardiente”, pero murió asesinado en una manifestación en Soacha, conforme Neira, donde había “derroche de aguardiente y voladores”. González Mosquera, que afirma haberle preparado “un documento sobre el sector algodonero”, al final nos sorprende con el golpe “amistoso” en su espalda “al entrar a su carro” pocas horas antes de su muerte. Examinar la hoja de vida de los miembros del Nuevo Liberalismo de Galán, de esa fecha a hoy, que aparece en la página 67, contradice la declaración de Salazar: “El fundamentalismo de Galán nos hace falta”. La opinión de Gaviria Díaz que teme que muchos de “quienes rinden tributo a la memoria de Galán por su denuncia a las mafias, pertenezcan a ellas”, tiene el inconveniente de que es difícil saber en Colombia dónde acaba la sociedad civil y empieza una mafia.    
  
Juan Guillermo Gómez García
Medellín 


Se sometió a las reglas

En sus importantes artículos publicados en conmemoración  del 25° aniversario del lamentable asesinato de Luis Carlos Galán (edición n.° 1685), no se dan muchos detalles, que vale la pena recordar, de cómo el entonces candidato del Nuevo Liberalismo, quien había estado en disidencia del Partido Liberal oficialista, se incorporó a este sometiéndose a las reglas de la consulta popular y para lo cual fueron definitivas las gestiones de los expresidentes López Michelsen y Turbay Ayala, en especial de este último en su calidad de director del Partido Liberal; según cuentan ambos expresidentes en sus memorias, el expresidente Turbay fue llamado desde Roma por el partido para que le buscara una solución a la división que se presentaba entre los candidatos Durán Dussán, Samper y Galán: 

Aquel regresó de inmediato al país y estableció caminos de diálogo y entendimiento, principalmente con el doctor Galán, ofreciéndole garantías de imparcialidad en dicha consulta; así y en un acto de verdadero “Real Politik”, Galán nombró a una persona ajena al Nuevo Liberalismo, César Gaviria Trujillo, quien ya daba demostraciones de ser un hábil político, como  su jefe de debate, para lograr un mayor entendimiento con la corriente oficialista  del partido y prepararse para la consulta, para la cual ya tenía el apoyo de la casa López a través de su hijo Alfonso López Caballero, cuando fue vilmente asesinado. Además de lamentar, nuevamente, el repudiable crimen del doctor Galán, quisiera resaltar las cualidades humanas del expresidente Turbay quien  nunca reconoció enemigos ni se dejó llevar por el resentimiento cuando fue víctima de calumnias e injurias; cualidades estas  que Galán, quien había sido su gran contradictor, le reconoció  en un acto de gallardía que lo enaltece.  

Alfonso Dávila Silva
Bogotá.


Mantener su legado

Felicitaciones por la edición especial conmemorativa ‘GALÁN 25 AÑOS’.  (edición n.° 1685). Mantener vigente su legado es un compromiso con las nuevas generaciones en la búsqueda de encontrar una forma diferente de hacer política.  Pocos avances tenemos en la manera como se ejerce la actividad política en Colombia. La financiación de las campañas, la corrupción, la falta de propuestas y la debilidad de los partidos políticos es evidente. De ahí que debemos esforzarnos por generar una verdadera educación política que les permita a los colombianos ser dueños de su destino, ser conscientes de sus derechos y deberes. 

Conservo un importante archivo periodístico y fotográfico de Galán en San Juan de Rioseco, que espero compartir con los jóvenes y la comunidad en general con el fin de que conozcan un legado pendiente de construir.  Estoy convencido en que hay que mantener vigentes las ideas de Galán, si en verdad queremos rescatar el verdadero valor de la política. 

Luis Carlos Ramírez Hernández
San Juan de Rioseco 


De Parmenio Cuéllar

En la edición n.° 1685 de la revista SEMANA, página 67, la revista se pregunta: “¿Qué pasó con los miembros del Nuevo Liberalismo?” y al hacer una breve semblanza mía, señala que, “en 2011 reemplazó en el Senado a Iván Moreno Rojas.”

Con todo respeto, considero que debe precisarse que accedí a la curul no como suplente o favorecido de Iván Moreno sino como integrante de la lista del Polo Democrático Alternativo.  Además, con el pasar del tiempo se ha descubierto de dónde provenían los cuantiosos recursos que dicho senador derrochó en su campaña de 2010, que le permitieron sacar más de 7.000 votos en Nariño sin ser conocido ni haber hecho presencia en mi  departamento.  Ahora bien, si se tiene en cuenta que perdí mi ingreso directo al Senado por una diferencia inferior a los votos obtenidos por el exsenador Moreno Rojas en Nariño, perfectamente se puede concluir que fui víctima electoral de los dineros del carrusel de la contratación en Bogotá. 

Parmenio Cuéllar Bastidas
Bogotá


La puerta giratoria

No le veo nada de ‘superministro’ a Nestor Humberto Martínez (edición n.° 1685). Lo que se debería abrir es una discusión sobre la puerta giratoria entre el sector privado y el alto gobierno. No olvidemos que el nuevo ministro de la Presidencia es muy cercano a Luis Carlos Sarmiento Angulo, el hombre más rico de Colombia, y su bufet de abogados defiende grandes empresas como Pacific, Organización Ardila Lülle, Grupo Santo Domingo, Chevron, Goldman Sachs, el Grupo Aval, entre otras. El ‘superministro’ debería seguir los pasos del nuevo ministro de Justicia Yesid Reyes, quien consciente de los posibles conflictos de intereses, cerró su oficina de abogados. 

Ricardo Gómez Reina
Bogotá


Un auténtico matoneo

Las columnas de Antonio Caballero sobre los “mellizos” Londoño y sobre la horrible situación que viven los palestinos en ese “campo de concentración” que es la Franja de Gaza, son excelentes: muy bien escritas -como todas las suyas-, inteligentes, pertinentes y llegan al fondo de los temas tratados. 

A partir de ambas, con argumentos sofistas y ridículos, con los victimarios presentándose como víctimas (ya el periodista había vaticinado que comenzarían a llegar réplicas), se ha iniciado un auténtico ‘matoneo’ contra Caballero al que se han unido varios colegas. Los que atacan la columna de los ‘mellizos’ son definitivamente sujetos delirantes.

Hago llegar a Antonio Caballero mi solidaridad ante esta arremetida nacida de la incapacidad de argumentar racionalmente.

Alberto Rincón C.
Bogotá

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