Home

Cartas

Artículo

CARTAS

Cartas

"Nicaragua tiene un largo historial de demandas. Es el peor vecino imaginable". Yezid Montaño, Bogotá

26 de marzo de 2016

Largo calvario

Me quiero referir a su artículo de la edición n.°1767 titulado ‘¿Se destraba la justicia?’. Es la respuesta a Colombia de los magistrados de la Corte Suprema de Justicia al juramento solemne de someterse a los preceptos constitucionales. Después del largo calvario de irrespetos, difamaciones por el autoritarismo político desde antaño, su aporte de sangre en aras de las virtudes morales, la decisión de elegir los siete magistrados para expresar su autoridad suprema finiquitó con gallardía sus rivalidades internas. Ahora viene no un revolcón, el sabio proceso de reestructuración hasta la base de la Justicia, ante los desafíos de decisiones trascendentales venideras. Ha sido noticia de alegría para todos los colombianos, versados o ignorantes en los caminos jurídicos, con fe en la potestad de la justicia para consolidar la paz.

Isaac Vargas Córdoba, Florencia.


La información: un derecho

La entrevista de Daniel Coronell con Vicky Dávila: ‘Almendras amargas’, del 21 de febrero de 2016, revela el trasfondo de dos poderes: el Ejecutivo y el cuarto poder de los medios de comunicación. Donde hay argumentos de lado y lado, quien recibe la información decide. La F.m. venía desarrollando varias investigaciones periodísticas cada una con denominadores comunes: intereses económicos, posiciones de poder, interceptaciones telefónicas, enriquecimiento ilícito, una ‘Comunidad del Anillo’ con fines comerciales. En Colombia, de acuerdo con las leyes, no puede haber temas o investigaciones prohibidas y vedadas para la prensa. Es un poder independiente que sí es vigilado por el Ministerio de Comunicaciones, que ha guardado absoluto silencio. Lógicamente, los comunicadores deben validar día a día los principios de veracidad, objetividad, argumentos comprobados, fuentes ciertas, cero calumnia e injuria y falsedad e informaciones verdaderas.

En el caso puntual del video, el capitán Ányelo Palacios, quien ha hecho varias denuncias, es el autor y oficia como camarógrafo con una intencionalidad y preparado para darle determinados usos. Es el primero y verdadero responsable, y no la periodista Vicky Dávila, que está cumpliendo una labor de informar y comunicar un hecho que ella no originó, ni del que es responsable que haya ocurrido. El capitán Ányelo Palacios y el senador Carlos Ferro en ese momento son dos funcionarios públicos que se movilizan en un vehículo oficial comprado con recursos públicos; es un bien del Estado y el límite entre lo público y lo privado para funcionarios públicos se mide de otra forma. Este límite debe estar acompañado de valores como la rectitud, la verdad, la honradez, no la doble moral, ni las máscaras para falsear la realidad, ni las posiciones de poder dominante, ni las mentiras. Sí hubo censura al pedirse la salida de una periodista por parte del gobierno, como se informa en la entrevista de Daniel Coronell con Vicky Dávila. Es un hecho muy grave, más que el Watergate que tumbó a un presidente en la primera democracia del mundo.

Andrés Forero Rojas, Bogotá.

El vandalismo en Transmilenio

No existen razones contundentes en los señalamientos sobre “tintes políticos” expuestos en el informe periodístico ‘Guerra sucia en TransMilenio’ en la revista SEMANA, edición n.°1763. Definitivamente y en forma categórica podemos decir que la mayoría de personas que habitamos la capital colombiana condenamos con vehemencia los actos de destrucción contra TransMilenio y, obviamente, no estamos de acuerdo con las acciones vandálicas en contra del sistema de transporte masivo de Bogotá, realizadas por una minoría de individuos. Pero también debemos aceptar que el sistema de transporte masivo de Bogotá tiene una serie de problemas cuyas solución debe ser inmediata.

Es claro que el principal problema es que se desbordó en forma grave debido a que superó las previsiones o límites; entonces, primero que todo se requiere aumentar la flota de articulados, troncales y la frecuencia de rutas. La congestión en el servicio provoca incomodidad para los usuarios y toda clase de acciones delictivas. Para la inseguridad y otros hechos criminales, la única manera de enfrentarlos o disminuirlos es con más acción preventiva por parte de miembros de la Policía Nacional, con vigilancia a cargo de funcionarios de la empresa del transporte masivo y también la colaboración de la ciudadanía. Los frecuentes usuarios del sistema recordamos los primeros meses del funcionamiento de este servicio: sin graves congestiones, sin saturación de publicidad en los articulados, sin vendedores ambulantes y cantantes, sin delincuentes.

Efectivamente, hace 15 años el servicio de transporte bogotano, a través de TransMilenio, era aceptable, pero nunca ha sido excelente y mucho menos óptimo. Hoy, la congestión en los articulados es frecuente, similar a la de las cárceles colombianas y los sistemas de salud a través de las EPS; TransMilenio en las llamadas horas pico es un completo caos; en los vehículos aparece toda clase de avisos, o sea, hay contaminación visual; los vendedores ambulantes y cantantes hasta pelean entre sí y los usuarios del servicio para lograr sus objetivos; existen hechos de robo en todas las modalidades y hasta violaciones y agresiones a mujeres han protagonizado cientos de depravados.

Más aún, podemos aseverar sobre los problemas de TransMilenio en Bogotá que la situación es cada día peor, debido a que si el servicio, además de caro, no se presta eficientemente, obliga a las personas a protestar. Así es que los usuarios del servicio de transporte masivo bogotano reclaman más buses y mejor servicio, y el alcalde, Enrique Peñalosa, les envía la Policía. Como bien lo han afirmado muchos usuarios, “no somos delincuentes; lo que exigimos es un servicio eficiente del transporte y lo que nos suministran son medidas represivas por parte de la Policía”. No hay derecho para las acciones vandálicas, pero tampoco puede aceptarse que se preste un pésimo servicio y caro; el gobierno nacional y el de la capital colombiana tienen la obligación administrativa de solucionar pronto este gravísimo problema que está afectando a la mayoría de sus habitantes y a miles de turistas y visitantes de la capital colombiana.

Jorge Enrique Giraldo Acevedo Bogotá

De Alejo Vargas

N. de la R. En la edición 1768, esta revista publicó una entrevista con Juan Carlos Rubiano, un estudiante de la Universidad Nacional que busca reemplazar la imagen del Che Guevara en el auditorio León de Greiff. En la conversación, Rubiano dice que “nos ayuda el director del Centro de Pensamiento y Seguimiento al Diálogo de Paz de la universidad, Alejo Vargas”. Esta afirmación no es cierta, pues Vargas no tiene ningún vínculo con esa iniciativa. Nos disculpamos por el malentendido.

Caballero y Coronell no escriben

N. de la R. En la presente edición no aparecen las columnas de Antonio Caballero ni de Daniel Coronell. Regresarán la próxima semana.


Noticias Destacadas