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"Pilas: no hay que olvidar que en la puerta del horno se quema el pan". Leonardo Cardona, Cali.

2 de julio de 2016

Incomprensible

Luego de leer su informe especial sobre los acuerdos logrados hasta ahora en La Habana (SEMANA n.° 1782) no logro entender que haya alguien que se pueda oponer a ellos.

Mauricio García Castañeda, Bogotá.

Discutidas, serenas y consensuadas

Que los magistrados sean intocables (SEMANA n.° 1779) no es tan malo y grave como lo dañinos que le son al país y a su futuro, con su sapiencia jurídica inmutable ante los urgidos cambios que exige la historia. Qué lástima y miedo que el futuro de las nuevas generaciones no pueda ser forjado desde discutidas, serenas y consensuadas reformas, sino que ellas lo sean a medias, y forjadas en forcejeos de poder entre los tres que rigen el rumbo de esta nación.
Cuándo entenderán nuestros estatales dirigentes que ese poder que reciben es del pueblo, que les fue dado por el voto popular para esperar y recibir de los mandatarios un Estado social de derecho y no un Estado como el actual que es social de privilegios en el que no hay ‘quien le ponga cascabel al gato’ cuando los necesarios cambios lo exigen.

Gustavo González R., Medellín.

Más que ‘look’

Quedé impactado con la alcaldesa que eligieron los romanos (Notas Mundo, edición n.° 1782). Virginia Raggi no solo es una mujer absolutamente hermosa, también representa una opción de cambio para el futuro de una ciudad ahogada en deudas y un país cuya clase política recuerda al nefasto Silvio Berlusconi y su manera de manipularlo país. Claro, muchas veces se ha prometido gobernar con honor, transparencia, honestidad, pero haré barra para que esta abogada de 37 años (lástima que esté casada y tenga hijo, eso me puso triste), preparada y con valores cambie la imagen de la política italiana. En resumen, ojalá que Raggi sea más que una mujer bella y demuestre con hechos que lo suyo va en serio.

Andrés Felipe Carreño, Bogotá.

¿Alivio o triunfalismo?

Más allá de que tiene sustento en argumentos, no sé si creer del todo lo planteado por el artículo ‘Colapsa Trump’ (Mundo, edición n.° 1782), porque es demasiado bueno para ser verdad. Todo empieza bien, se nos informa que las encuestas cada vez favorecen más a Clinton, que Trump se desinfla. Pero cuando leo que “se llegó a pensar que podía ser el próximo ocupante de la Casa Blanca” me suena al mismo discurso empleado cuando recién Trump se lanzó a la Presidencia y medio mundo se rio del hecho como si fuera imposible. Ahora, como bien demostraron los ingleses con el voto del brexit, no se puede descartar ese voto silencioso y bastante desinformado, así le haga falta plata, así los mismos republicanos le busquen el quiebre.

Gonzalo Rodríguez, Pereira.

La Paz, Colombia

No se puede negar, resultó muy emocionante el anuncio de dejación de armas firmado la semana pasada en Cuba. De seguir así, el país entrará a un nuevo escenario en el que las bajas estadísticas de muertes en combate se mantengan y considerar un país sin violencia no sea una quimera. En medio de todo es necesario destacar al presidente Santos. Ha sido atacado por muchos frentes, por su supuesta mermelada, por entregar al país a los terroristas, por su pírrica popularidad, pero en los libros de historia tendrá que quedar registrado como el presidente que logró lo que muchos trataron infructuosamente, apagar los fusiles de la guerrilla más vieja del continente y plantearle un escenario de participación. El cubrimiento de la revista estuvo a la altura del momento, con textos que dimensionaron el paso de la guerra y fotografías que dejaron ver la sonrisa que produjo a los colombianos. Que no sea un espejismo, por favor.

Leonardo Pérez, Cali.

Clóset político, inútil

Sobre el artículo ‘El poder gay’ (Nación, edición n.° 1782) quería comentar algo. Más allá de que sean lesbianas o no, las mujeres citadas (Gina Parody, Cecilia Álvarez, Angélica Lozano y Claudia López) han asumido su trabajo de legislar y de crear políticas desde su capacidad, formación y su verraquera. Son lesbianas, sí, pero al país debería importarle cinco su inclinación sexual. Dicho esto, vale la pena sumar que en una sociedad tan pacata como la colombiana es refrescante que las mujeres tomen la iniciativa de derrumbar la importancia de este ‘secreto personal’, lo normalicen y lo saquen de la discusión para poder seguir trabajando como deben.

Julián Quintero, Manizales.

De Everth Bustamante

En la edición n.° 1776 la revista SEMANA en un artículo titulado ‘La resistencia civil de Álvaro Uribe’ con la intención de demostrar que como integrante del M-19 en los acuerdos de paz de 1990 fui beneficiado con impunidad, se afirma que “Everth Bustamante fue el jefe de la coordinadora nacional de base y bajo su jefatura fue secuestrado y asesinado el norteamericano Chester Allan Bitterman...” y luego agrega que “sin pasar un solo día en la cárcel” , me lancé a hacer política.

Por ser estas unas afirmaciones falsas y temerarias, respetuosamente, solicito su rectificación con fundamento en los siguientes hechos:

1. –El 15 de febrero de 1981 en rueda de prensa realizada con los periodistas Gustavo Castro Caicedo de El Tiempo, Jorge Matiz de la cadena radial Caracol y José María ‘Pepe’ Romero de Colombia Press, ampliamente difundida por todos los medios escritos y hablados del país, informé a la opinión pública sobre mi absoluta y total desvinculación en el caso del ciudadano norteamericano Chester Allen Bitterman.

2. –Con fecha 12 de marzo de 1981 el periódico El Tiempo publicó en su totalidad un comunicado de mi autoría en donde declaré que la muerte del señor Bitterman era “un acto terrorista, vil y salvaje”.

3.–En el mismo sentido y en esa misma fecha el periódico El Bogotano en tres páginas publicó una investigación periodística donde concluye que son falsas las acusaciones que se me hacían en relación con el caso Bitterman. Aparecen publicaciones similares en El Espectador y otros diarios de circulación nacional.

4.–En el mes de julio de 1982 me puse en contacto con los padres del señor Bitterman haciéndoles llegar un documento donde les di a conocer, con pruebas contundentes, mi total inocencia y desvinculación con este hecho doloroso para ellos y toda su familia.

5.–Nunca autoridad judicial alguna me condenó por estos lamentables hechos.

6.– A principios de 1990 las autoridades judiciales con fundamento en la Ley 77 del 22 de diciembre de 1989 se pronunciaron sobre mis actuaciones como integrante del M-19 y decretaron la cesación de procedimiento por no estar vinculado con hechos constitutivos de delitos lesa humanidad.
En conclusión, apelando a su buen criterio y al cumplimiento de la normatividad vigente, solicito la correspondiente rectificación por cuanto las afirmaciones hechas en el referido artículo no corresponden a la verdad.

Everth Bustamante García, Senador de la República, Bogotá.

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