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"Una entrevista controvertida, pero sin duda de gran valor periodístico". Lucía Polanco. Medellín

23 de diciembre de 2016

Cita en el Vaticano

Es increíble que el presidente Santos y el expresidente Uribe, quien tuvo que hacer todo tipo de milagros para llegar a Roma, hayan hecho semejante papelón internacional, en el que se reunieron con el papa Francisco y no fueron capaces de arreglar sus diferencias ni ceder en el tema del acuerdo de paz. Si de antemano Uribe sabía que no iba a ceder en la Santa Sede, para qué fue y más en un avión prestado. Como dice el artículo, ni el papa hizo el milagro (SEMANA n.º 1807).

Carlos Montoya
Manizales

Solo quiere torpedear

Me asombra que se sorprendan del resultado de la reunión Francisco-Santos-Uribe (‘Ni el papa hizo el milagro’, edición n.º 1807). Me parece ilógico que esperaran algo bueno de esa reunión; y no es porque desconfíe ni de Francisco (el papa), ni de Juan Manuel Santos (el presidente). El error está en esperar algo bueno de Uribe (el senador), y más cuando (principalmente los lectores de SEMANA) sabemos que ese señor solo quiere torpedear e indisponer a Colombia contra el resto del mundo (recordar lo que trinó acerca de ‘la compra’ del Nobel).

Un tipo como Uribe no solo debe dejar de ser tenido en cuenta por los periodistas, sino también por toda la comunidad internacional. Personalmente, me avergüenza que ese sujeto tenga la misma nacionalidad que yo.

Un personaje que es capaz de decirle al papa, sin ningún asco, “dígale que ceda un poquito”; que demuestra total irrespeto por la Iglesia católica (y también evangélica, al engañar y usar a muchos ‘pastores’ para sabotear la paz), solo sería comparable a decir que el senador Uribe es el mismísimo diablo.

Víctor Navarro
Barranquilla

La entrevista de Uribe Noguera

SEMANA se anotó un hit con la entrevista del hermano del violador y asesino, Rafael Uribe Noguera. La verdad creo que fue reveladora porque aclaró muchas de las versiones equívocas que habían aparecido en otros medios o que hacían parte de las comidillas de todas las reuniones sociales. Sin embargo, creo que Francisco se preocupó más por librarse, junto con su hermana, de cualquier encubrimiento o interferencia a la Justicia, que en mostrar dolor y pedir perdón a la familia Samboní. Algo que solo hizo en la última respuesta y no al comienzo.

Claudia Restrepo
Bogotá

Descarados e inhumanos

Con honda extrañeza, porque mi credibilidad aún reposa en ciertos medios de comunicación escritos y uno es la revista SEMANA, releí esa ‘historia de vaqueros’ que expuso el abogado (SEMANA n.º 1807). ¿No sabían de las calaveradas de esa joya de hermano? ¿Drogadicto, alcohólico, aberrado sexual? ¿No sabían que era un delincuente en potencia? ¿Fue tal la sorpresa que volaron a ocultar, a borrar, a mentir, a inventar? Por Dios... ¿Esa señora hermana, mujer, imagino bien casada, acomodada, tal vez con hijas o sobrinas, fue al sitio a ver cómo salvaban al monstruo de hermano que “asesinó” a una niña?

Qué sinvergüenzas, descarados, inhumanos. Claro que sabían del hermano que tienen, sabían que iba a “embarrarla”, sabían que era un peligro social, por eso actuaron. No se les dio con la rapidez esperada y perdieron.

Pero dentro de toda esta gravedad y desgracia, el despliegue que un medio como ustedes les han ofrecido resulta sorprendente.

No hay derecho a que una revista ampliamente conocida, que llega a tantos colombianos, que es veraz y contundente, les ofrezca la oportunidad de mostrar el cinismo y el sadismo de sus conductas, buscando conmover. No hay razón periodística. ¿Equilibrar? ¿Generar comprensión? ¿Tolerancia?

Sííí, pobrecitos inocentes, con la Navidad afectada, sus almas puras, generosas y llenas de bondad por los pobres, por los indígenas, por los más necesitados, no encuentran paz. Muy sorprendida está toda la familia por esa infamia... Pero porque los ‘pescaron’, porque se les salió del bolsillo. Porque sus mentes y comportamientos corruptos no lograron ocultar a tiempo ese acto inmundo y diabólico, para nosotros los comunes.

Posiblemente normal para ellos. Porque nadie, ni el más inocente e ingenuo humano les cree. De esas familias ‘bien’ como tristemente las califican, de profesionales prestigiosos pero aberrados, adinerados pero delincuentes, bellos y glamurosos pero drogadictos, no se espera, porque no saben qué es un acto de bondad. No lo pueden tener porque se han formado intolerantes, soberbios, irrespetuosos, irresponsables.

Pilar Avella Salazar
Bogotá

No está loco

Con respecto a la edición n.º 1807 opino lo siguiente: para los que vivimos en Estados Unidos la Presidencia de Donald Trump no es ningún chiste. Aunque diga sinsentidos, viva haciendo muecas ridículas y reaccione como un niño de 3 años, lo cierto es que ese señor tiene muy claro lo que está buscando. Como bien se nota en el artículo que le dedican a su gabinete presidencial, su objetivo es nada menos que destruir el Estado gringo. Y aunque a la gente de a pie eso le pueda parecer absurdo, su proyecto es en realidad muy claro. El futuro presidente quiere desmontar todos los controles para enriquecerse aún más. Para eso contrató a un selecto grupo de hombres y mujeres que vienen de las entrañas de Wall Street. Solo nos queda rezar.

Lisa Gutiérrez
Orlando (Estados Unidos)

Serias sospechas

Dice el artículo de SEMANA (edición n.º 1807) sobre el caos que detrás de los famosos Planes de Ordenamiento Territorial (POT) de numerosos municipios de la sabana, especialmente occidental, hay malas decisiones y abre la duda que también hay sospechas de corrupción. Sospechas, y serias, las hay desde hace varios años cuando el boom de la construcción y el freno que le metió Petro a las licencias en Bogotá hizo que en antiguos potreros de vacas y cultivos se levantaran lujosos condominios, bodegas, zonas francas, centros comerciales y todo tipo deconstrucciones que en su mayoría solo se lograron con el pago de coimas y sobornos. Para quienes quieran saber qué suerte tuvieron los alcaldes de esos municipios, no es sino que vayan a la Gobernación de Cundinamarca, pues gracias a las fortunas que amasaron lograron elegir mandatario y consolidarse como una nueva clase política en el departamento.

Jorge Trujillo
Funza   

Un templo del pueblo

Sobre la reapertura de la plaza de toros La Santamaría (edición n.º 1807) quiero recordarles que no solo hubo presidentes y personalidades en las graderías de ese bello edificio. En las tribunas de sol, donde no hay chaquetas de gamuza ni gafas Ray-Ban, el pueblo armaba unas fiestas que los estratos cinco y seis de la ciudad no podían más que envidiar. De hecho, la verdadera fiesta se armaba a la salida de la faena, en los tenderetes que miles de familias instalaban al lado del Planetario. Qué bueno que los bogotanos de todos los estratos podremos disfrutar de nuevo de la fiesta brava.

José Manuel Vargas
Bogotá

Semana en receso

N. de la R. Como es costumbre, este número es doble y SEMANA entra en un corto receso de fin de año. Esta revista regresará el 8 de enero de 2017. Felicidades.

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