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20 de mayo de 2017

Fiel radiografía

Interesante el reportaje  ‘Viaje al corazón de Tumaco’ en su edición n.°1828. Fiel radiografía del municipio de Tumaco, en la costa nariñense del Pacífico colombiano, donde se muestra una realidad que no se puede ocultar fácilmente. Pero me parece que al autor le faltó ir más allá.y mostrar la responsabilidad altísima que tienen los partidos políticos en esta región y en la mayoría de las regiones de nuestra patria. Uno de los problemas de fondo nace en los mismos candidatos políticos a  cargos de elección popular, sobre todo para el caso de Alcaldía y Gobernación, cuando presentan sus propuestas al electorado, que entre otras cosas es requisito indispensable para la inscripción de su candidatura ante la autoridad electoral. Al ganar el candidato, esto se convierte en su Plan de Desarrollo; de su ejecución no queda ni el 40 por ciento en la mayoría de los casos.
Gran parte de estos recursos económicos se pierden en lo que ya muchos conocemos como la corrupción que carcome a Colombia en el sector público. Estos dineros los utilizan generalmente para pagar deudas contraídas en sus campañas políticas, y así poder volver nuevamente a aspirar a cargos de elección popular. Por eso en estas regiones el abandono estatal es tan palpable y esto es aprovechado por los grupos al margen de la ley, de derecha y de izquierda. Y de aquí nace la tragedia de la minería ilegal y los cultivos de coca y amapola porque el campesino no tiene otra salida a su drama de pobreza extrema. Lastimosamente esto ha hecho carrera en Colombia.
Julián Zúñiga
Cali


Eludir responsabilidades

La actitud del gobierno con las periferias es digna de un régimen totalmente excluyente. Así se evidencia en la labor periodística realizada por SEMANA (edición n.° 1828), en donde dan cuenta de las dinámicas a las que son sometidos los habitantes de Tumaco. Aun así, es impensable cómo el gobierno no ha dado prioridad a la intervención de esta zona en materia militar, social y económica. Tumaco clama a gritos la atención del gobierno, pero este no hace más que eludir responsabilidades. Como se dijo, la intervención debe ser integral en el sentido que abarque temas de orden público, pero que reconozca las realidades y necesidades de la población con el objetivo de promover una verdadera economía social de mercado, dándole la espalda a la ilegalidad. Dicho camino empieza por brindar oportunidades; no basta tan solo con mandar fuerza pública. Debe buscar combatir el problema de fondo, no sus efectos. Y el problema de fondo no es otro que la falta de oportunidades.
Édgar A. Balaguera López
Bogotá


Otra melodía

A los firmantes del referendo de Viviane Morales (SEMANA n.° 1828): “Mi amor es libre como el viento e inmenso como el espacio donde estrellas tejen sus redes de diamantes”, dijo Dios al Gran Inquisidor. ¿Por qué le niegas a tu hermano su derecho a amar y a ser amado si mi espíritu sopla donde quiere, aun en el corazón de quien tú consideras indigno de mi amor? La diversidad sexual es otra melodía en el maravilloso concierto de la vida. ¿No puedo acaso componer infinitas variaciones sobre el mismo tema?
Ovidio Guerrero
Fredonia


No cumplió sus promesas

En relación con su artículo de portada de la edición n.°1827, quiero tomar la vocería de miles de bogotanos que  diariamente tenemos que soportar los trancones y la inseguridad: la capital colapsó en estos dos sentidos.
Bogotá se ha convertido en una ciudad invivible ante la indiferencia de sus gobernantes, y sus políticas insuficientes ante la gran problemática de esta urbe de más de 9 millones de habitantes, y que el alcalde Peñalosa quiere manejar como una ciudad intermedia.
Pretender solucionar el problema de movilidad con el TM y el Sitp  es no querer ver el futuro de la ciudad, la cual crece día a día.
Pienso que un transporte masivo como el metro elevado o subterráneo y un tren de cercanías ya proyectado, y que integrarán los municipios aledaños, serián una solución adecuada a nuestra ciudad. Por esto, estoy de acuerdo con la revocatoria del alcalde porque se apartó de sus promesas electorales.
Martha Lucero Almanza
Bogotá


Alimenta miedos

En el artículo ‘De vuelta al pasado’ de la edición n.° 1828, veo con tristeza cómo la clase política alimenta miedos en medio de creencias religiosas con el ánimo de conseguir votos y popularidad.
La posibilidad que tenemos los colombianos de protestar o exigir nuestros derechos está fundamentada en la Constituyente del 91, como lo menciona el artículo, y hoy 25 años después aún estamos en manos de personal político que segrega, discrimina y exige derechos fundamentales en mayorías para poder pisotear a los que no queden encauzados en ellas. Aún no hemos comprendido, a nivel político, que a un niño solo le interesa que lo quieran, que en este proceso lo eduquen y lo sigan queriendo. Obviamente debe existir un estudio que permita mantener un horizonte en el tema de la adopción.
Viviane Morales es una persona de principios, no obstante, esos principios rayan en la intolerancia, en la segregación y en la discriminación. Espero de corazón que si se propone otro referendo sea por el desempleo, el castigo a las personas que roban el presupuesto público, que apoyen la niñez, la juventud y la vejez; en fin, que los políticos propongan temas para lo que los elegimos, para erradicar los problemas de la sociedad, y no anden proponiendo esperpentos para ganar votos y seguir perpetuándose en esta clase política.
Adrián Antonio Camargo Salcedo
Piedecuesta


La peor desgracia

Desde la edición n.° 1813 (‘Corrupción, nos comió la serpiente’), n.°1825 ( ‘10 formas para vencer la corrupción’) y n.° 1827 (‘Las promesas para frenar la corrupción’) se repite el indicativo de la peor desgracia que desangra y aniquila las posibilidades de los colombianos. Cómo puede acabarse la corrupción cuando un anodino e incoloro personaje presidente del Senado, de apellido Lizcano Arango, suspende la emisión de un programa investigativo de televisión donde se mostrarían sus pinitos dentro de la corrupción y no se da ningún cuestionamiento; un país donde a los señores Jaramillo se les da la ciudad por cárcel después de robar a millares de colombianos de bien, y en donde el fiscal general de turno aplica la justicia según la amistad con el demandado ( léase exfiscal Montealegre-Saludcoop y considérese el actual con casos por atender). Tengamos la certeza de que mientras la Justicia actúe según la calidad social y económica del reo, la corrupción no tendrá retorno. Lo veremos nuevamente en el caso de Reficar, donde se hará un gran show mediático, para finalmente declarar inocentes a todos los de cuello blanco sindicados y dar paso al siguiente escándalo. Está clara la confirmación de lo que dijera Simón Bolívar: “La ley es un perro que solo muerde a los de ruana”.
Jorge Enrique Guinand Mejía
Montería


Foto equivocada

N. de la R. En la edición anterior, la nº 1828, el ‘Baja’ de la sección de Enfoque correspondió al exgobernador de Córdoba Alejandro Lyons. Por un error involuntario, la foto que salió publicada es en realidad la del exalcalde de Montería y hoy alto consejero para las Regiones de la Presidencia, Carlos Eduardo Correa. Ofrecemos excusas por la confusión y aclaramos que el señor Correa nada tiene que ver con la investigación de la Fiscalía ni con el ‘Baja‘ en mención.

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