Cartas

ES DE SIEMPRE

La portada de SEMANA, edición n.º 1850, nos muestra como titular ‘El hombre de las tulas’. Históricamente, los sobornos con todos sus secuaces se han paseado por la vida del país. Basta recordar unos pocos colgados en el hilo de la república: cuando triunfaron las fuerzas de Bolívar en Boyacá, los honorables políticos, quienes como observadores fueron los primeros en conocer el triunfo patriota, volaron a Santafé de Bogotá y se repartieron el tesoro nacional; a cada uno le correspondió 15.000 pesos. Luego vino la intervención gringa en el departamento de Panamá; ofreció a cada una de las 10 familias más prestantes del departamento un millón de dólares para que promovieran la separación de la república de Colombia y así sucedió. En los tiempos más cercanos, los vientos de la corrupción, apoyados por los caciques electores y sus comandos, se repartieron las finanzas de municipios, Gobernaciones y la Nación junto con todas las entidades estatales llevadas a la quiebra. Siempre acusando a la guerrilla de asesinos, participando en los grupos de autodefensas preñados de nombres exóticos y sembrando el odio al comunismo, mientras ellos manejaban el sector agrario y sus arcas se llenaban de los jugosos contratos y repartición del manejo de los entes del Estado para su usufructo familiar. Wilson Ruz Mejía Montería

DARÁN UNA SORPRESA En la edición n.º 1850 de SEMANA, sobre la soledad del presidente, considero que en la soledad es cuando uno está menos solo si lo acompaña, como a Santos, un gobierno que está haciendo historia, a través de una política de vanguardia, incluyente, concitativa, con visión de futuro y gran pragmatismo, capaz de cerrar la brecha de más de 50 años de violencia, y ejecutorias sonoras en el campo económico y social. Hoy el país tiene más empleo, más escuelas, más hospitales, más viviendas, notable disminución de la pobreza, grandes interacciones con el resto del mundo y líneas y espacios nuevos a nivel internacional. Miopes intereses políticos, esquemas de guerra total, fuerzas oscuras y divisivas no pasarán. En la razón y el buen juicio de los colombianos se fundamenta un mejor porcolombianos se fundamenta un mejor porcolombianos se fundamenta un mejor por venir, a pesar de las actitudes flagelantes de la democracia. El gobierno seguirá apuntando hacia arriba, la paz se seguirá consolidando, y en 2018 sus sumatorias darán una gran sorpresa. Miguel Durán Ordóñez Bogotá

NADA DE BUEY En su edición n.º 1849 aparece Francisco Santos planteando en su columna que el año 2017 es el año del buey en el calendario chino, lo cual no es así, pues estamos en el año del gallo. Esto da una idea de falta de rigurosidad y documentación del columnista para acometer su escrito. Leonardo Ariza Ramírez Bogotá

LA FIDELIDAD, UN MITO A propósito de la nota ‘Los casados felices también son infieles’ –SEMANA n.º 1850–,es importante anotar que culturalmente la infidelidad se condena cuando ‘Yo soy el agredido’, pero se aplaude cuando ‘Yo soy el agresor’. Es la doble moral de una sociedad que vive de prejuicios. La fidelidad es un mito y la infidelidad, que es una manifestación de la orientación sexual de las personas, no puede ser castigada. El que se place de vivir el afecto con una persona paralela a su pareja debe ser tan respetado como el que se place de vivir el afecto con personas del mismo sexo. Esa es la enseñanza que se deduce de muchas sentencias de la Corte Constitucional. La igualdad en el trato es un derecho fundamental. Carlos Fradique-Méndez Bogotá

NO CREEN EN ELLOS MISMOS En SEMANA n.º 1850, un artículo dice ‘En las listas está el secreto’. La discusión está en si listas cerradas o preferentes. Unas personas muy estudiosas y respetables asesoraron al gobierno para que llevara al Congreso la propuesta de listas cerradas, teniendo en cuenta que con ellas se lograba un mejor manejo para los partidos políticos; más transparencia; menos costo en las campañas. Por tanto, menos peligro de corrupción. Lo paradójico de esta situación es que una minoría de parlamentarios estuvieron de acuerdo y la mayoría de los directivos de los partidos más bien estuvieron en contra. Otra manifestación del desacato a los partidos es la proliferación de candidatos por firmas para la Presidencia, en vez de buscar el apoyo de sus partidos. ¡Ah!, claro, como participaron en su propio desprestigio ahora no creen en ellos mismos como es el caso de Cambio Radical. Es lamentable haber llegado a esta situación; más aún que los actores políticos no tengan el acierto de aprovechar el proceso de paz para enderezar la forma de hacer política. Fidel José Vanegas Cantor Bogotá

CAMPANAZO PARA SANTA MARTA En los Juegos Nacionales en la ciudad de Ibagué (‘Panteón de la vergüenza’, SEMANA n.º 1850), afirmó el alcalde hasta último momento que todo iba bien, que se harían porque el cronograma del proyecto se estaba cumpliendo. Así mismo, en Santa Marta, aunque está claro que el alcalde todos los lunes se reúne con el comité de obras que le pasa parte de tranquilidad, el tiempo le corre en contra y se crean serias dudas sobre si será posible cumplir con todo el cronograma debido a que hay atrasos en varios frentes de trabajo y compromisos de los contratistas. En la capital del Magdalena, casi cuatro años después –15 de noviembre de 2013– de que la Organización Deportiva Bolivariana la escogió como sede de los XVIII Juegos Deportivos Bolivarianos, se dejaron pasar los años 2014 y 2015 sin trabajos de fondo en las obras. Sin embargo, a estas alturas del proyecto los más interesados en que se hagan los Juegos Bolivarianos son los samarios y los habitantes del departamento. Aunque lo más importarte cuando el gobierno central le da a la provincia la organización de unas justas como estas va ligado al sueño de los deportistas de tener nuevos escenarios, nos va a servir para mostrar la ciudad al mundo, traer turistas ahora que le apostamos a este sector de la economía como fuente de empleo. La ruta crítica del macroproyecto de los Juegos Bolivarianos nadie la ha visto y nadie la conoce, no la han mostrado a la comunidad. Además, se está trabajando el proyecto obedeciendo la metodología del libre albedrío. Con esto se corre el riesgo de no solo no terminar la obra, sino que por el afán político de finalizarla poner en riesgo las personas que van a asistir al estadio. Hay dos estadísticas importantes que se deben tener en cuenta a la hora de comprometerse con la ejecución de un megaproyecto: la primera es que el cien por ciento de las obras civiles en Colombia no se entrega a tiempo. En ese sentido es sabido que en el país se necesita cuatro veces más del tiempo normal para hacer una obra. En Santa Marta, el último ejemplo más claro fue la construcción y entrega del puente La Lucha, que pudo hacerse en un año y duró seis. La segunda, es preferible conociendo las condiciones climáticas del país empezar las obras en verano; si esto no se prevé, al llegar los aguaceros en un proyecto a cielo abierto toda la obra se debe parar. Para concluir, si los habitantes de Santa Marta se dan una pasadita por la construcción del estadio de Bureche, se podrán encontrar que no los dejen entrar como ocurrió con los investigadores del diario El Tiempo. Pero se podrían dar cuenta de que estamos a puertas del próximo panteón de la vergüenza de Colombia. Luis Hernán Tabares Agudelo Santa Marta