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"¡Hagan sus apuestas, nuestro futuro está en juego!" Mario Fernando Cortés, Barrancabermeja.

30 de julio de 2016

Seducidos por mussolini

Con referencia a la caricatura de Vladdo sobre las banderas negras (SEMANA n.° 1786), es de rememorar las legiones de las camisas negras de Mussolini (1919), que formó con Hitler el eje Roma-Berlín (1936). Con su régimen militarista, autoritario y antiliberal basado en el culto al jefe y guía (el Duce), con su aversión a la oposición política y a la crítica, con su megalomanía patológica, Mussolini ha seducido a algunos gobernantes y políticos y a otros especímenes de la extrema derecha colombiana.

Jaime Naranjo Orrego, Filandia.

Para afrontar el reto

Arranca el plebiscito (SEMANA edición n.°1786), con los mejores augurios. El umbral se podrá duplicar. Así lo exige el proceso de paz, para su consolidación definitiva. A pesar de la libertad que se ha dado a los partidos de la Unidad Nacional, para dirigir la campaña, es importante un centro de coordinación y dirección, felizmente encomendada al expresidente Gaviria, cuyo patriotismo, afirmatividad y decisión le permiten afrontar el reto con éxito, como ocurrió en la segunda reelección de Santos. “Hay mucha luz para los que quieren ver, y mucha oscuridad para los que no quieren ver”.

Miguel Durán Ordóñez, Bogotá.

Ridícula, irresponsable y tardía

Es iluso que el terrorismo se pueda reducir porque este flagelo tiene un gran aliado que es la sorpresa (SEMANA n.° 1786). Para que la Tierra no desaparezca tal como la conocemos, se requiere de un gran e inmediato cambio de actitud de cada individuo, pero la rampante corrupción que tiene invadida la sociedad, la ignorancia, el consumismo desbordado, la codicia, la envidia y la desigualdad social se encargan de ponerle zancadilla a los pañitos de agua tibia que acordó la comunidad internacional en París y Bonn. Ridícula, irresponsable y tardía la respuesta que le estamos dando al agonizante planeta. ¡Qué horror!

Carlos Reger Tlusty, Bogotá.

Tanta evidencia

Dentro del Enfoque Político de su edición n.° 1786, la revista alude a la profundización de las grietas existentes al interior del Centro Democrático, y cuanto eso traduce el desespero de quienes empiezan a ver cómo su proyecto político agoniza arrollado por el contundente impacto de los acuerdos de La Habana. Sin embargo, lo importante del asunto no está en esa pelea de compadres que el jefe finalmente dirimió en favor de quien, con su actuación senatorial, ha cumplido el vergonzoso papel de sabotear la definición del proceso en contra del indigno consejero Pretelt, sino que conforme al registro que de esa disputa hicieron los medios radiales, es preciso recordar que fue José Obdulio quien con su característica desfachatez afirmó: “Que el culpable de la derrota del movimiento en la pasada contienda presidencial había sido el candidato Zuluaga, cuando llevó a la campaña al ‘hacker’ Sepúlveda”. Y eso sí que es gravísimo, puesto que per se destruye toda la argumentación con que el último se empeña en que le crean que él no era él, sino que a él sus malquerientes lo hicieron víctima del montaje. ¿Será posible que para la Fiscalía tanta evidencia no cuenta?

Vicente Apráez Apráez, Pasto.

Del General Montenegro

Respecto a su artículo ‘Tropel sangriento: ¿qué hacer con el Esmad?’, publicado en la edición n.° 1786, formulo los siguientes comentarios:

Como ustedes lo señalan, los más afectados con la violencia que se desata en las protestas callejeras son mis policías del Esmad. Cinco han muerto en estas circunstancias. “Pareciera que sus muertes no le importaran a nadie”. Otros 854 policiales han sido heridos, muchos de ellos de gravedad. “La opinión pública se solidariza cuando la víctima hace parte de los manifestantes”. El señor presidente ha reconocido el trabajo riesgoso de esta unidad, señalando que los miembros del Esmad son personas con nervios de acero, con afecto por su Policía y su patria, dispuestos a preservar el orden público en todo el país.

El señor coronel Bonilla, comandante de la unidad, ha señalado que “no vemos al manifestante como un enemigo, sino como una persona”. Agrega que con la ONU, Ministerio del Interior y otras organizaciones, se viene trabajando en un protocolo para el manejo de la protesta social. Asimismo ha señalado que en excesos, se realizan las investigaciones del caso. El general Nieto indica que el Esmad utiliza una “fuerza proporcional” ante ataques con piedras, explosivos.

La solución es que los manifestantes deben actuar sin vandalismo, reconociendo que el Esmad está ahí para protegerlos. Que solo actúa ante riesgo inminente de desmanes.

Debemos reconocer que gracias al Esmad, quien puso más el pecho frente al paro camionero, se agilizo su solución. Se concluye que el Esmad debe fortalecerse, estimularse, rechazando así la idea de políticos de acabarlo o desmantelarlo. En el paro camionero que duró 45 días, quien le puso más el pecho fue el Esmad de la Policía. Merece reconocimiento. Su actuación aceleró el final del paro.

General Luis Montenegro R., ex subdirector de la Policía Nacional- Bogotá.

Exposición mediática

Me refiero a la edición de SEMANA n.° 1785, bajo el título  ‘La papa caliente’, leí su contenido, pero a la vez el libro de Daniel Coronell,  titulado  Recordar es morir. Ambas lecturas me dejan sensaciones contradictorias. Y en estos aceitosos temas el encargado de la crónica se los etiqueta al flamante fiscal general Néstor Humberto Martínez, como casos que debe considerar, porque resolver no creo o no sabemos. Son los de Santiago Uribe, Tomás y Jerónimo Uribe, Óscar Iván Zuluaga y su hijo David, Luis Alfonso Hoyos y Luis Carlos Restrepo insinuando, sutilmente que, en efecto son “víctimas de una persecución”, es decir, aquello que hace sin reticencias el procurador Alejandro Ordóñez, a sabiendas de que todos los delitos, y los de sus numerosos alfiles, están muy documentados en el libro de Coronell. Soy fiel suscriptor de SEMANA casi desde sus inicios, pero me resulta bastante, por decir lo menos, curioso, que ningún personaje, por ejemplo Gabriel García Márquez, haya merecido tanta exposición mediática como lo han hecho en tan corto tiempo con Álvaro Uribe Vélez, sabiendo lo que negativamente ha significado para la mayoría de los colombianos. Afortunadamente para los lectores, hay un contrapeso que nos hace sentir otras sensaciones más agradables y formativas, me refiero a los estupendos e ingeniosos cronistas Daniel Samper Ospina, Vladdo, Antonio Caballero, León Valencia, María Jimena Duzán y el mencionado Coronell.

Carlos Marín, Bogotá.

El artículo sobrante

El Uribe le dijo a la Uribe: mijita…la invito a Uribe; ¡Uuuy!, repondió ella, con usted pero si cambia de parecer sobre la dialéctica de la paz, pero... pensándolo bien, no es necesario. Listo, vamos, de todas formas es una región que no conozco, la he oído mentar durante muchos años y tendrá sus atributos toda vez que ha sido protagónica en el conflicto armado que ha vivido el país y el que espero empiece a resolverse muy pronto. Y a lo mejor hasta le colocan su nombre en alguna obra importante, toda vez que allí en el municipio de Uribe, Meta, se le rinde tributo a todos los Uribe, que lo merezcan. El municipio se llama Uribe, sin el artículo, lo que es una costumbre muy generalizada, como aparece en la revista SEMANA n.° 1785 en la sección Microlingotes: “Las Farc están entre La Uribe y Uribe” y en la sección Nación: “Un combate en La Uribe…”.

César Augusto Jaramillo Salazar, Villavicencio.

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