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11 de abril de 2009

POCO VALOR
Muy orondo el procurador Maya se dedicó a dar entrevistas y a contarnos a los colombianos de su matrimonio, pero no tuvo el valor para firmar el proyecto de fallo, que hoy sabemos estaba redactado y listo para su firma. Contrario a ello, de manera subrepticia –tirando la piedra y escondiendo la mano–, no tiene recato alguno en ‘filtrarlo’ a quien se lo quiera recibir, de manera descomedida y desleal para con su sucesor. Por ley correspondía al anteriorProcurador proferirlo y eso hizo el actual Procurador. Si Maya lo tenía listo, tuvo su tiempo y no necesitaba sino de su rúbrica para darle vida legal. Pero no lo hizo.

Nancy Ramírez
Neiva

UNA REFLEXIÓN
Al leer los estupendos artículos publicados en todas las ediciones de SEMANA y específicamente en su edición #1405, tales como, ‘El fallo que no fue’, ‘¿Escándalo o venganza?’, ‘Ambiente podrido’, ‘En busca de sus muertos perdidos’, ‘No creo que haya referendo este año’ y columnas con espíritu crítico como las de Daniel Coronell, María Jimena Duzán, Antonio Caballero y Daniel Samper Ospina, debemos preguntarnos qué pasó con los principios éticos y morales que fueron el eje de las conductas que aplicaron nuestros abuelos. ¿En qué momento perdimos el rumbo? Hagamos una reflexión sobre nuestro futuro y el de nuestros hijos, una responsabilidad sólo de cada uno de nosotros sin olvidar que la voluntad colectiva es resultado de la sumatoria de las voluntades.

Alessio Mazzanti
Barranquilla


EL TRIUNFO DE ‘ELLA’
Es maravilloso que escriban buenas reseñas como el triunfo de la obra Ella de Ángela Becerra. Ella tiene un estilo que cautiva al leer. Siempre que leo a Ángela Becerra soy capaz de ver, oír y tocar lo que imagino al ir avanzando en la trama de las novelas. Creo que es una gran escritora y ahora que García Márquez vive el tiempo extra del partido, es bueno ir pensando en ella como lo nuevo en la escritura colombiana.

Ángela María Pérez Moreno
Palma de Mallorca, España

PREMIO MERECIDO
La columna de María Jimena Duzán, ‘Un sapo con suerte’ (SEMANA #1405), desconoce el esfuerzo de una persona que a pesar de haber sido narcotraficante se ha reincorporado a la vida legal por el camino establecido por un país amigo, como lo es Estados Unidos. En este sentido su escrito, base para el libreto del seriado El cartel de los sapos, tiene la legalidad suficiente para merecer el premio a juicio de un jurado serio. Quienes han visto esta serie, sin duda reflexionan acerca de la gravedad de ser narcotraficante, así a primera vista parezca algo tan atractivo. Toda persona tiene el derecho de volver a ser un ciudadano de bien, y en tal sentido los medios de comunicación deberían presentar análisis serios que permitan tomar conciencia de algo tan atroz como es el negocio perverso de la droga.

Antonio José Marulanda Rojas
Bogotá

CUMPLIÓ CON EL OBJETIVO
¿Quién fue el periodista que escribió sobre el libro de Clara Rojas? Si sus reflexiones son una trascripción casi literal de aquellas de la autora, o son propias y fueron provocadas por el mismo libro, merece un reconocimiento porque cumplió con el objetivo. Hoy día es muy difícil interesar a los lectores por una obra que parecería mejor que los manuales prácticos para caminar por la selva, o que las relaciones de chismes que se han publicado durante los dos últimos años como relatos de aventuras de la ‘literatura del secuestro’, nuevo género creado con los casi 20 libros que se encuentran en las tiendas y que no resisten más que una rápida ojeada.

Carlos Becerra
Cali

¿ECONOMÍA BLINDADA?

Fue estúpido, por decir lo menos, o malicioso, afirmar que la economía colombiana está blindada ante la actual crisis. Desde un principio se hizo evidente que Colombia estaría afectada en tres frentes: porque dos sus principales socios, Venezuela y Ecuador, vieron mermadas sus exportaciones y porque la baja del precio del petróleo disminuyó igualmente sus finanzas comprometidas en apoyos populistas a su pueblo; y porque tiene la mayoría de sus reservas internacionales en dólares que ahora resultarán devaluados por cuenta del apoyo del tesoro gringo a sus empresas quebradas. Todo este desarrollo era más que predecible. Era evidente.

Álvaro Iván Rosso
Cali

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