Cartas

Crimen inhumano

Nadie en el país logra sorprenderse con el grado de barbarie al que puede llegar la guerrilla. Sus actos atroces los han hecho merecedores del odio de toda la población colombiana. Pero el documento gráfico de la Operación Camaleón (SEMANA #1470) deja en evidencia que las Farc no conocen el fondo en materia de crueldad. Las circunstancias de cautiverio de esos oficiales y suboficiales de las Fuerzas Armadas eran realmente inhumanas. Sorprende la ‘creatividad’ para mantener prisioneros a estos seres humanos: atar a los secuestrados al suelo con piedras de más de 20 kilos enterradas en un hueco de dos metros es de un salvajismo degradante. ¿Hasta cuándo tendremos que soportar todo esto? En manos del Presidente electo Santos está continuar con el desmantelamiento de esta banda terrorista.

María Ignacia Salgado
Bucaramanga


Buena por Petro

Hola: no soy miembro del Polo y ni siquiera tengo ideas de izquierda. Pero la actitud que ha mostrado Gustavo Petro en las últimas semanas es digna de destacar, tal como lo relata el artículo de ustedes en la edición #1470. En mi entender, el mensaje que está tratando de enviar Petro a la opinión pública es que por ninguna razón la política colombiana puede ser construida con muros infranqueables o con hondos abismos. Esa parcelación genera violencia. Petro, un hombre de izquierda, ex guerrillero y miembro del principal partido de oposición en Colombia, dice a grito herido: no hay ninguna razón para que en la política no se puedan discutir temas simplemente por razones partidistas. Esas descalificaciones son adjetivas y lo importante en todo diálogo, como decía Borges, es encontrar alguna verdad. Si dentro del proceso de discusión que propone Petro con el gobierno Santos se dan acuerdos sensatos, éticos y útiles para mejorar las condiciones de vida de la población, ¿por qué no establecerlos? ¿Qué va a perder el Polo si aún desde la oposición aporta a la solución de los problemas? Por ejemplo, la propuesta de Petro frente al tema de tierras es estudiada, inteligente, ética y hasta acertada. Así que ¿por qué no buscar la manera de implementarla? Las directivas del Polo a menudo pelan el cobre y se inscriben en la vieja escuela según la cual no se puede hablar con nadie del otro bando a riesgo de perder la “pureza de pensamiento y obra”.

Rubén Aldana, catedrático
Bogotá
 

¿Un asunto de plata?

Quedé muy preocupada con el artículo ‘¿Reparación imposible?’, de su edición #1470. Los elevados costos de hacer justicia con las víctimas de la violencia y el desplazamiento dejan en evidencia que una cosa es lo que se desea y otra cosa es lo que se puede. Las víctimas necesitan reparación, no se puede poner en duda eso. Nadie puede tasar la pérdida de un familiar o el tiempo y la tranquilidad perdidos por el desplazamiento a causa de la violencia terrorista. Sin embargo, cómo vamos a reunir toda la plata que exige compensar esta clase de hechos. Las cuentas son billonarias y eso implica una seria amenaza para el Estado colombiano.

Mariana Gabriela Díaz
Cartagena


Noticiero abusivo

Soy un seguidor ferviente del fútbol y me he gozado este Mundial sin restricción: pensaba que nada podría sorprenderme más con las cosas raras de este torneo, que ha sido extraño: las grandes estrellas se fueron prácticamente por la puerta de atrás y Sudáfrica 2010 dejará un campeón nuevo en la historia de los Mundiales. Por eso me divertí mucho con su especial sobre los parecidos de varios jugadores con personajes de la realidad y la ficción (SEMANA #1470). No pude parar de reír, especialmente con el parecido de Julio César con Buzz Ligthyear o el de un jugador de Nueva Zelanda con el Padre Gallo. Y me indigné mucho cuando vi en televisión un noticiero que lo plagió descaradamente, pues hasta usó las fotos de SEMANA. Un saludo y felicitaciones por esa excelente idea.

Leonardo Medina Arias
Bogotá


Exquisitamente acertadas

Aplaudo cada semana las reseñas del crítico de cine Ricardo Silva Romero. Sus sugerencias resultan exquisitamente acertadas y permiten al lector-espectador entender de una forma distinta cada filme del que se ocupa. En la edición #1470, al referirse a The Karate Kid, rememora con nostalgia el guión de los 80 protagonizado por Ralph Macchio y Par Morita, y entiende que la fórmula de aquel recordado éxito estuvo en la armoniosa relación entre los protagonistas y no en la fuerza de los golpes de los villanos.

José Luis Otero Hernández
Cartagena