Cartas

Cambiar de tema

La idea no es continuar discutiendo la hecatombe o si Álvaro Uribe es irreemplazable (SEMANA #1526). La realidad es que cambió la ruta que tenía Colombia de convertirse en un Estado socialista como Venezuela. Ahora Juan Manuel Santos, en otro estilo de gobierno, acabó con la oposición del Polo, del Partido Verde y del Partido Liberal. El primero porque se desintegró por la corrupción de Samuel Moreno y los dos segundos porque no tenían líderes ni programas para el cambio en Colombia. Solo hacían críticas y sin ningún proyecto definido. Ahora Santos con el cuento de la unidad nacional asegura su reelección para el año 2014 y Vargas Lleras, Rafael Pardo y otros emergentes verdes tendrán que esperar hasta 2018. Santos continuará con las políticas económicas y relaciones internacionales iniciadas por Uribe. Además de la seguridad democrática y la ruta de centro derecha, Hugo Chávez entendió que no puede seguirse metiendo en la política de Colombia ni apoyando la subversión armada de las Farc. Menos ahora con su enfermedad. Los medios de información deben cambiar la partitura y dedicarse a otros temas diferentes a criticar a Uribe. La oposición debe reorganizarse porque actualmente la izquierda no tiene líderes. Colombia debe salir de la retórica politiquera y avanzar en el crecimiento económico.

José Luis Mendoza
Medellín

Contra la reelección

Referente a su confidencial de la edición (SEMANA #1526) titulado ‘Midiendo el aceite’, como vocero del Partido Polo Democrático Alternativo, y autor del Proyecto de Acto Legislativo al que se refiere el artículo, me permito exponer los siguientes puntos. Se expone que la intención del Proyecto de Acto Legislativo presentado es la “de medirle el aceite al presidente Santos” frente al tema de la reelección. En cuanto a esta afirmación creo necesario aclarar que la intencionalidad del proyecto no es otra que enmendar el daño que esta figura ha hecho a nuestra democracia y nuestro país. En primer lugar, la demostración de cómo la no reelección inmediata en el país tiene una tradición clara y concreta, que se ve plasmada en la Constitución Política de 1991 y es rota por la aprobación del acto Legislativo 02 de 2004. En segundo lugar, es la esencia de la Constitución del 91, mediante la decisión de sus constituyentes, prohibir de manera absoluta la reelección en Colombia, y esto tiene un elocuente sentido, ya que “una Constitución no es un simple conjunto de normas, sino una totalidad cohesionada de principios y valores” y nuestra Constitución funciona (o funcionaba) como un cuerpo equilibrado de normas que pretende, entre otras cosas, salvaguardar el valioso sistema de pesos y contrapesos. Con la aprobación de la reelección, este equilibrio está roto, y como consecuencia podemos ver cómo la débil institucionalidad colombiana es profundizada causando repercusiones nefastas en los órganos de carácter Ejecutivo, Legislativo y Judicial, y también en las ‘ías’ como lo son la Procuraduría, la Contraloría y la Defensoría del pueblo, que funcionan como órganos de control, y que salvaguardan el bien institucional y el bien de los y las colombianas. Ustedes mismos han dado ejemplo de las terribles consecuencias que ha significado la figura de la reelección en Colombia. Independiente de nombres o de títulos políticos, la revista ha destapado escándalos de corrupción, de violación al orden constitucional e incluso a los derechos de colombianos y colombianas, como lo fue el escándalo de las ‘chuzadas’ o los falsos positivos.

Alexánder López Amaya,
segundo vicepresidente del Senado
Bogotá

Gratas sorpresas

Muy justo y completo el despliegue que le dieron al primer año de gestión del presidente Juan Manuel Santos. (SEMANA #1526) Aunque advierto que el presidente es un artista para manejar los medios de comunicación, lo que sin duda dispara su favorabilidad, también creo que su llegada a la Casa de Nariño le ha dado un respiro a la vida nacional. Cansados estábamos del estilo frentero y hasta arbitrario del anterior gobierno, y ahora se siente que en el palacio de gobierno habita un líder inteligente, hábil, que ha estudiado al país, sus problemas y ha trazado una ruta para enfrentarlos. De igual manera que ustedes en SEMANA, creo que no hay que desplegarse en adulaciones, pero sí admitir los aciertos. De todas maneras, al buen presidente aún le falta mucho camino por recorrer.

Catalina Sierra
Ibagué
 
La tiene difícil

Tras la decisión que llevó a la detención del exministro Andrés Felipe Arias, mientras se adelanta su juicio por las responsabilidades en el programa Agro Ingreso Seguro, muchos colombianos nos preguntábamos cuál sería el futuro inmediato de este personaje. Fue revelador el dato y análisis hecho en su nota, (SEMANA #1525) donde queda claro que el carcelazo preventivo se le podría alargar a quien creyó que podía ser presidente del país. Esa obsesión fue su cruz y creo sí es mejor tenerlo guardadito, que suelto por ahí intentando más trampas a su favor.

Gonzalo Piñeros
Cali

El primer sistema regional

Agradecemos que en su artículo ‘Desarticulados’ de la edición #1525 sobre los sistemas de transporte masivo en Colombia hayan diferenciado a Megabús S. A. asegurando que Pereira es el “único lugar donde ya se culminó todo lo inicialmente planeado”. Efectivamente, Megabús S. A, fue el primer sistema de transporte masivo regional que comenzó a operar, y desde entonces transporta diariamente a 116.000 ciudadanos del Área Metropolitana de Pereira y Desquebradas –uno de cada cinco habitantes– y ha sido visitado por delegaciones del mundo entero para conocer su funcionamiento.
No obstante, si bien es cierto que el número de pasajeros es inferior al proyectado, eso no pone a Megabús S. A. en riesgo de “que hagan agua sus finanzas”, como lo asegura SEMANA. Es importante recordar que la empresa, que es pública, a diferencia de otras ciudades inició a funcionar sin capital semilla, por lo cual se ha autofinanciado en su totalidad y en tan solo un par de años habrá liquidado del todo la deuda que implicó el inicio de su operación. Megabús S. A. genera pérdidas operacionales muy bajas, inferior al 3 por ciento, una que contable con Ebitda de cero, por lo cual nuestra situación financiera es sólida.

Lo que está claro es que las próximas elecciones darán una oportunidad a las principales ciudades del país, de decidir si quieren aportarle a transporte masivo, o al sálvese quien pueda del carro particular, las rutas piratas y el mototaxismo. Pereira claramente le apostó al Megabús S. A. y hoy puede acoger una buena parte del crecimiento económico que perderán otras ciudades por sus problemas de movilidad. De eso nos sentimos orgullosos.

Henry Antonio Cabrera,
gerente suplente de Megabús
Pereira