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"Solo por la emoción de ver a los presidentes reunidos, las cumbres valen la pena", Clarita Méndez, Barranquilla

21 de abril de 2012

El compromiso del intelectual

Como bien lo ha dicho Antonio Caballero en su columna ‘Lo que hay que decir’ (SEMANA, n.° 1563), los polémicos versos del premio Nobel Günter Grass son de por sí “bastante malos”, pero lo importante no es si lo son o no, sino el compromiso de un intelectual que a sus 84 años, y como él dice, “con su última tinta”, asume el compromiso ético-político de denunciar la doble moral de los dirigentes de su país (y en general de Occidente) de exigirle a Irán que deje de producir armas nucleares. Mientras tanto, aprueban el envío de un submarino dotado con misiles atómicos de largo y mediano alcance para atacar a Irán y, con ello, poner en peligro la paz de la región y la paz mundial “ya de por sí quebradiza”, como bien lo expresa Grass.

A pesar de que este premio Nobel de Literatura militó en su juventud en las filas de las SS nazis como el también premio Nobel Heinrich Böll, el filósofo Martin Heidegger y el papa Benedicto XVI, entre muchos otros de su generación, no se puede decir que sus denuncias sean una expresión de su antisemitismo. Por el contrario, lo que hace es sentar su voz de protesta y alertar al mundo entero del grave riesgo que corre el planeta y la supervivencia de nuestra propia especie con la decisión que acaba de tomar el gobierno y el Parlamento de su país, pues es consciente de que no hacerlo lo hace cómplice de una terrible desgracia, que es perfectamente previsible.

Juan Manuel Jaramillo Uribe
Manizales

 
País de desigualdades

Que apenas el 3,6 por ciento de los propietarios de tierras en Colombia posea el 30 por ciento de las mismas es una fría cifra de latifundismo improductivo (el 70 por ciento de los alimentos producidos proviene de los pequeños campesinos). Pero, siguiendo con lo números, también SEMANA (edición n.° 1561) nos ilustra que de los 24 billones de pesos anuales que se destinan para el pago de pensiones en el régimen de prima media, la cuarta parte (6 billones de pesos) son del ISS para cubrir las mesadas de sus actuales 978.000 jubilados. Pero se deja a la imaginación saber a quién le pertenecen los restantes 18 billones de pesos. ¿Acaso a los honorables padres de la patria y demás exfuncionarios públicos?

Pedro Pablo Guaidía
Bogotá

 
No es de los Castro

Soy una fiel suscriptora y admiradora de su revista. Por lo mismo, me permito referirme al artículo publicado en la edición n.°1562 ‘¿Saldrá algo?’, en el que se dice “será la ultima reunión del club de mandatarios del continente que no cuente con la presencia de la isla de los Castro”. Como cubana me siento ofendida, como lo están miles de cubanos que aman su país y que les dicen que, a pesar de todo, Cuba es de los cubanos, no de los Castro. Agradeciendo su atención, cordialmente.

Carolina Rodríguez
Bogotá

Los líderes javerianos

Reciban mi cordial saludo. Con el fin de tener bien informada a la opinión pública, y particularmente a los lectores de tan prestigiosa revista que se ha caracterizado por ser un órgano informativo de excelente contenido, objetivo y serio en sus comentarios de interés nacional e internacional, me dirijo a ustedes, con todo respeto, debido a la sorpresa recibida por algunos datos publicados en la edición n.° 1562 en la página ‘Confidenciales’. En esta página se reprodujo un artículo del columnista del diario El Espectador, Danilo Pacheco, sobre ‘¿Dónde están los líderes?’, refiriéndose, concretamente, a dónde están los líderes de la Universidad Nacional y comparando esta prestigiosa universidad con otras universidades del país a partir del número de egresados de las mismas que actualmente están en el Ejecutivo o en la Rama Judicial (altas cortes). Y mi sorpresa tiene que ver, precisamente, con la información que aparece sobre los javerianos en el Ejecutivo y en las altas cortes porque los ministros no son tres, como dice el confidencial, sino cuatro y los magistrados son cinco y no uno, como lo comunica el mismo periodista Danilo Pacheco.

Si bien es cierto que este tipo de informaciones, aun cuando son objetivas y reales, no afectan para nada el altísimo prestigio y reconocimiento de una universidad como la Javeriana, una información imprecisa y no ajustada a la realidad sí mortifica y causa malestar. Para su información, anexo un documento en donde aparecen los nombres de algunos javerianos en el alto gobierno, altas cortes y otras posiciones destacadas a nivel nacional.

Luis Fernando Álvarez Londoño S.J., Pontificia Universidad Javeriana
Bogotá

El caso Chiquita

Su artículo titulado ‘Esto no huele bien: el caso Chiquita’ (SEMANA n.° 1561) demuestra una vez más el nivel de desinformación que subsiste en torno a este caso.
Se desinforma, por ejemplo, sobre la confesión en Estados Unidos, insinuando
–como algunos presumen incorrectamente– que es inconsistente con la decisión de la Fiscalía de precluir la investigación que adelantaba sobre los mismos hechos. Por el contrario, el resultado de los dos procesos es absolutamente consistente.

Luego de una investigación de casi cuatro años, la Justicia estadounidense encontró que los pagos fueron producto de amenazas de las AUC. Chiquita se declaró culpable y se le impuso una multa porque los pagos violaban una ley (distinta al objeto de la investigación en Colombia): dicha ley prohíbe cualquier tipo de pago –extorsivo o no– a grupos catalogados como ‘terroristas’ por el gobierno de Estados Unidos sin haber obtenido permiso previo de ese gobierno. Voluntariamente, Chiquita puso los hechos en conocimiento de las autoridades, pero es falso que lo hizo a cambio de que no se “encarcelara a ninguno de (sus) directivos”, como afirma erradamente su nota.

Lo cierto es que, como lo requirió el Departamento de Justicia como parte del acuerdo de aceptación del cargo, la empresa colaboró con la investigación de sus directivos. Como resultado, los fiscales de Estados Unidos no acusaron a ningún directivo, conclusión que coincide con la de la Fiscalía colombiana.

La verdad en este caso es una: las filiales de Chiquita en Colombia se vieron obligadas a ceder a las exigencias extorsivas de los violentos, tanto de derecha como de izquierda, para evitar retaliaciones contra sus empleados.

Julio Andrés Sanpedro, Vocero para Colombia
Bogotá

 
Objetividad y respeto

En la sección Microlingotes, edición n.° 1560, aparece la nota: “Con la llegada de Obama, la Cumbre de las Américas tiene un negro por venir”. Este comentario no es digno de una revista tan prestigiosa como SEMANA, que sin duda es ejemplo de independencia, objetividad y respeto por todas las personas.

Personalmente creo que este microlingote, en lugar de ingenioso o cómico, es discriminatorio, independientemente que se trate del presidente de Estados Unidos o de cualquier otra persona, y viola los principios de igualdad que todo grupo humano merece.

Máximo Alberto Duque Piedrahíta, M.D.
Bogotá

 
Caballero en vacaciones

N. de la R. La habitual columna de Antonio Caballero no aparece en esta edición por vacaciones de su autor.

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