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"A veces el deporte es lo más importante. Bien por su portada de Falcao", William de la Hoz, Bogotá.

19 de mayo de 2012

Agua fresca en el desierto

Refrescante y oportuna la portada con Falcao García (SEMANA n.° 1567). Es como agua fresca en medio del desierto que producen las noticias de chanchullos, peculados, componendas y robos descomunales de los que a diario dan cuenta los medios informativos del país. Increíble que un modesto y humilde muchacho, con su talento y habilidad para meter goles, nos produzca más alegrías que funcionarios que depredan el erario o que pretenden gravar la canasta familiar o magistrados que llevan a sus amigotes a disfrutar de jugosas pensiones por reemplazarlos en unas vacaciones. De estos ‘autogoles’ los colombianos no queremos más. Cómo comparar la euforia que produjo esta portada de SEMANA con la sensación de rabia y frustración que producen las fotos de los Nule, los hermanos Moreno Rojas o los magistrados del Consejo Superior de la Judicatura.

Silvio Montaño Arango
El Cerrito (Valle)

Del presidente de Fedegán

No debo explicaciones a León Valencia, pero sí voy a rectificar su muy errada argumentación en su columna de la edición n.° 1567. Para empezar, su fuente, Hernán Rodríguez, no es más que un personaje comprometido en una defraudación a más de 1.000 ganaderos durante la construcción de Frigocasanare, un proyecto sentido para la región que terminó en demandas ante la Fiscalía. Un tinglado de dineros e intereses que la Supersociedades y la Superfinanciera atajaron, al congelar una parte de los fondos comprometidos. Fedegán-FNG se negó a participar de ese despropósito, como sí lo hizo la Alcaldía de Nunchía, lo que constituye un peculado. No sé si exista Confegán, pero a sus afiliados deseamos suerte para evitar posibles futuras estafas, como también sucedió con un distrito de riego promovido por el personaje.

En cuanto a sus infamias en relación con la parafiscalidad ganadera –para que de las calumnias no quede algo–, es sabido que por la Ley 89 de 1993 los recursos del FNG no son de manejo discrecional de Fedegán. Solo los administra y tienen destinación específica. Las inversiones las autoriza su Junta Directiva, presidida por el ministro de Agricultura, única instancia con veto. Como presidente del gremio, solo participo como uno de sus diez miembros y no obro ni como representante legal –no manejo un peso– ni como parte de su estructura.

Es falso que exista una demanda de Colpatria contra el FNG. El destino de Friogán no depende de Fedegán ni de su presidente ejecutivo. Es una sociedad anónima –resultado de la fusión de cinco frigoríficos– con una asamblea de más de 800 socios, entre los cuales no figura Fedegán. En cuanto al Fondo Ganadero de Córdoba, es una sociedad anónima con recursos de particulares y del Estado, autónoma e independiente de Fedegán, que se rige por sus estatutos y órganos de dirección y administración. Solo esperamos que sus directivos sepan explicar el despojo del cual se le acusa.

El resto de las afirmaciones de Valencia hacen parte de sus pretensiones, poco exitosas, por criminalizar a Fedegán y a su presidente con el paramilitarismo. Y, dado que no le funcionó, ahora lo intenta con una acusación por corrupción. Amanecerá y veremos.

José Félix Lafaurie Rivera
Presidente ejecutivo de Fedegán
Bogotá

Guerra política internacional

En su portada y artículo ‘Prueba de Fuego’, en la edición n.° 1566, se vislumbra que de la suerte del periodista francés Romeo Langlois depende que se dé la posibilidad de que la puerta de la paz en Colombia se entreabra o siga cerrada por mucho tiempo. Se hace necesario evitar que el tema de la paz sea un sofisma de distracción que permite ocultar los verdaderos intereses oscuros de las Farc. Aprovechando el secuestro del comunicador, pueden exigir al nuevo gobierno francés la gestión para ser excluidos de la lista internacional de grupos terroristas, continuar en su beligerancia y, por qué no, contar con la apertura de oficinas en el continente europeo y, de esta manera, captar organizaciones simpatizantes que justifiquen su lucha armada, como parte de la guerra política internacional.

Andrés Vásquez
Cartagena

 
¿Contra natura?

Sus notas ‘Sube y baja’, elogiando la postura de Obama, y el artículo ‘Crecer con papá y papá’ (SEMANA n.° 1567) me llevan a una reflexión: el mundo de hoy vive un afán inexplicable para que, los que nos consideramos seres corrientes, terminemos por aceptar las relaciones entre homosexuales. Cuando en este planeta existen tantos problemas de enormes dimensiones por solucionar (como el hambre, las enfermedades incurables, etcétera), nos hemos enfrascado en una discusión que a nada conduce.

Diría yo que la condición de homosexual se deriva de una falla genética y que, como tal, es algo con lo que tienen que convivir quienes la padecen, al igual que sucede con muchas otras que nos afectan a nosotros los humanos. Pero de ahí a que, además de respetar y considerar dicha condición, debamos aceptar que críen niños y exhiban su condición de manera desafiante y exhibicionista, hay un abismo.

Lo normal son los cientos de millones de parejas capaces de procrear de forma natural. Y lo anormal es ese pequeño grupo de seres portadores de un error genético, por quienes debemos tener respeto y consideración como grupo minoritario que es. Pero que no quieran obligarnos a los miles de millones de pobladores de este planeta a aceptar reglas de comportamiento que van contra natura.

Ricardo Rojas
Bogotá

Con suma vergüenza

Soy un hombre colombiano que ha leído con suma vergüenza el artículo de SEMANA (edición n.° 1566) sobre el escándalo sexual protagonizado por una prostituta colombiana con un jefe de seguridad gringo en el preludio de la Cumbre de las Américas en Cartagena, a raíz de una ‘conejiada’. Siento mucha vergüenza porque se le da publicidad mundial y dinero al mal llamado desparpajo de esta mujer, que no es más que desfachatez, carencia de sentido del respeto y los valores éticos que, como madre, debe demostrar e infundir a su hijo, que al parecer es un menor en riesgo al que el ICBF está en mora de prestar especial atención. ¿Qué pensará el resto de las mujeres colombianas que saben lo que es la dignidad, el decoro, la discreción? En cambio, hechos como la difícil situación económica que padece Manuel Elkin Patarroyo, que, según comentarios periodísticos televisivos, está a punto de perder su casa y tiene embargado parte del sueldo por hacer bien a la humanidad desde la perspectiva científica, no ameritan el mismo despliegue a nivel televisivo o de titulares de medios de comunicación mundial. No les interesa a los directores de la gran prensa, en general, gestionar una campaña en pro del científico y, de paso, beneficiar la imagen de la sociedad colombiana por medio de este gran sabio de la medicina. Este hombre, que raya en la genialidad, sí ha hecho carrera, pero de científico, no de gigolo o sinvergüenza.

José Tobías Salazar Morales
Medellín

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