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"Todos en Colombia estamos de luto. Deberíamos suspender los carnavales" Emilio Zapata, Barranquilla.

1 de diciembre de 2012

Lo que duele instruye

A todos los que queremos a Colombia se nos arrugó el corazón con el fallo de La Haya, pero también tenemos que admitir que los causantes en buena parte de esta desdicha somos nosotros al elegir gobernantes que fueron inertes, irresponsables y con una visión tubular que impidió anticipar lo que se nos venía encima. Tras todo el encogimiento de nuestra geografía a lo largo de nuestra historia, tal como ustedes lo ilustran, falta que el calentamiento global nos arrebate La Guajira y afecte nuestras costas. Claro que otro tanto ocurriría con buena parte de América Central, incluida Nicaragua. Lo que duele instruye, eso le ocurre a todo el mundo, menos a nosotros los colombianos. Ahora falta que las Farc & Co. se nos pongan de ruana en La Habana bajo el control remoto de nuestro gran amigo, Hugo Chávez. ¡Que dolor de patria! Muy acertada su portada y su artículo, felicitaciones.

Carlos Reger Tlusty
Bogotá


Tantos hogares enlutados

Al leer el título de la portada de su edición N°.1595, ‘Dolor de Patria’, me pregunto cómo puede llamarse así a la pérdida de un territorio que nadie antes se atrevió a defender de manera contundente. Cómo pueden ser ‘Dolor de Patria’ 75.000 kilómetros cuadrados de mar territorial, cuando hemos perdido muchos más kilómetros de terrenos a cuyos dueños han quitado la vida y despojado de sus propiedades.

Le duele más a la patria que después de tantos años no hayamos aprendido a defender lo nuestro. ‘Dolor de Patria’ es que miles de colombianos hayan perdido sus tierras y que cada día haya menos espacios en nuestros campos para que trabaje la gente de bien.
Cómo puede ser ‘Dolor de Patria’ la pérdida de una habitación de esa gran casa que es Colombia, que, aunque muy importante, no se compara con la pérdida de personas en   tantos hogares enlutados. Eso sí es dolor de patria y dolor del alma. Ahora que tanto se está hablando de paz, ojalá que sea una paz sincera que traiga consuelo y esperanza para sanar de a poco ese verdadero ‘Dolor de Patria’.

Inés Montenegro
Bogotá


El dolor es otro

¿Cuál ‘Dolor de Patria’? (SEMANA No. 1595) Miremos este ejemplo: solo en la Primera Guerra Mundial Alemania perdió unos 6.000 kilómetros cuadrados y más de 1 millón de habitantes y en la Segunda fueron 94.000 kilómetros cuadrados y 10 millones de ciudadanos. Japón quedó a la mitad, en territorio como en población. Con todo y esas ‘mutilaciones’, Alemania y Japón son hoy mucho más poderosas, democráticas, prósperas e igualitarias. ‘Dolor de Patria’ nos debe producir la inequidad y esta guerra interna de 200 años que no cambia sino de nombre, no las tales ‘mutilaciones’ territoriales que hayan discurrido. ¿Soberanía? Esa la tenemos perdida hace mucho en casi todos nuestros campos en que la ley son los mafiosos, así como en enormes barriadas de nuestras ciudades, que parecen pertenecer a dos mundos distintos: La mitad son de la europeizada posmodernidad y el agringado desarrollo, la otra mitad sí son de nuestra propia realidad premoderna, medieval, de baronías feudales que se defienden con sangre. ¿Dolor?, dolor que además de tanta guerra e infamia nos mantengamos en niveles africanos de inequidad social y marginación. ¡Eso sí da ‘Dolor de Patria’!

Iván Arroyave
Medellín


La tradición y la Biblia

Me refiero al artículo ‘Sin mula y sin buey’ (edición n°. 1595), en donde se dan a conocer las declaraciones del papa Benedicto XVI, refiriéndose a la tradición de los pesebres navideños. El papa dijo que los evangelistas no mencionan a ningún animal y que la estrella de Belén era una supernova. Lo cierto es que si usáramos a la Santa Biblia como la única fuente, podríamos confirmar que ni siquiera se sabe la fecha en que nació Jesús, aunque sí se revelan detalles de su nacimiento. “La elección del 25 de diciembre no tiene fundamento en la Biblia –explica ‘The Christmas Encyclopedia’-, sino en las fiestas romanas paganas que se celebraban a finales del año”. En octubre empezaban a bajarse las temperaturas, y para diciembre el frío y la lluvia se intensificaban. En el sano juicio de José y María, nadie haría nacer a un niño en un establo, a merced del frío, y hacer que una mujer embarazada hiciera un viaje en diciembre. ¡Menos tradición, más investigación!

Diego Alexis Pacheco
Ocaña


Se retiró voluntariamente

En la edición N°. 1594 de SEMANA encuentro en el artículo de María Jimena Duzán una afirmación que comedidamente le ruego el favor de rectificar. Fui yo como gobernador quien designó al doctor Álvaro Uribe Vélez como alcalde de Medellín. Dice la periodista que el doctor Uribe fue destituido por el presidente Belisario Betancur, yo quiero manifestarle que eso no es cierto, que el doctor Belisario no me dio instrucción con relación a la salida del doctor Uribe y el motivo de su retiro obedeció a la renuncia irrevocable que él presentó.
Quiero anunciarles que en un libro sobre mis memorias yo narro en detalle los hechos que llevaron al doctor Uribe a retirarse voluntariamente del cargo.

Álvaro Villegas Moreno
Medellín

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