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Las pretensiones de Nicaragua corresponden al talante de su presidente.

24 de agosto de 2013

Percepción de inacción
Después de leer con detenimiento el excelente análisis hecho por SEMANA sobre el problema con Nicaragua y la entrevista con la canciller (edición n.° 1633) lejos de uno tranquilizarse, tiene uno la precepción –reconozco que tal vez errada– de que hay inacción por parte del Estado –la inmutabilidad de la canciller y el asombroso silencio del presidente Santos ante las provocadoras acciones y declaraciones del gobierno de Nicaragua– y de que este es el sentir de buena parte de los colombianos. 

En los artículos se mencionan la “discreción y la serenidad” de Holguín como cualidades o estrategias para no perder todo en San Andrés, cuando muchos connacionales lo que esperamos, sin ánimo guerrerista, es contundencia en declaraciones y acciones en la frontal defensa de San Andrés y su mar territorial. Infortunadamente parecería que el proceso de paz colombiano –en el que están involucrados, como todos sabemos, Venezuela y Cuba, dos amigos incondicionales de Ortega– le impide a nuestro mandatario acciones libres y asertivas para resolver el conflicto. 
Marcela Álvarez Botero
Bogotá

Conciencia conservacionista
Varias ediciones de su prestigiosa SEMANA han tratado de manera seria e ilustrativa el problema limítrofe de las aguas marítimas con Nicaragua así como el deseo del vigente gobierno de querer más y más de nuestro mar Caribe con su plataforma submarina, rica en recursos biodiversos, además de minerales útiles para las diversas necesidades. 

Una manera de detener la insistencia del país centroamericano es presentar ante los organismos ambientales internacionales –el Consejo de Seguridad de la ONU y aun la misma Corte Internacional de Justicia de La Haya– los cientos de miles de trabajos de investigación científica y experimental que han realizado durante décadas los estudiantes de Biología Marina, Ecología y Oceanografía, así como de profesionales nacionales y extranjeros, en cabeza del CIOH de la Armada Nacional, desde los relacionados al fitoplancton hasta los modelos de explotación controlada de los recursos pesqueros, que son una parte de nuestra invaluable riqueza nacional.

De hecho, si el jueves 16 de agosto, los científicos del Instituto Smithsonian sorprendieron al mundo con el descubrimiento del olinguito –un pequeño mamífero de Colombia y Ecuador que se convirtió en la primera especie carnívora descubierta en América en los últimos 35 años y que hizo soñar nuevamente a los criptozoólogos acerca de Nessie, Monke Kele y el Yeti, entre otras criaturas escurridizas al ojo de una cámara virtual– ¿se pueden imaginar, señores de SEMANA, qué tipo de especies endémicas todavía desconocidas para la taxonomía se puedan encontrar en un área que Nicaragua solo anhela para obtener petróleo?

En teoría, muchas de ellas o las que ya se conocen podrían contener, micra a micra, en sus estructuras remedios eficaces para tratar o hasta sanar a millones pacientes de todo el mundo de padecimientos como los cánceres y la hepatitis C, o de enfermedades como las de Addison, de Alzheimer, de Bourneville, las celíacas, las coronarias, de Chagas, de Charcot-Marie-Tooth, de Conn, de Crohn, de Erb-Goldflam, de Fothergill, de Hansen, de Menetrier, de la neurona motora, de Paget, de Parkinson, de Raynaud, de Schönlein-Henoch, las tromboembólicas, de von Recklinghausen, de Waldenström o de Whipple?

Con dichos trabajos, entonces, los organismos internacionales mencionados podrían tener otra mirada, con más conciencia conservacionista, para apoyar nuestras logísticas de investigación científica y experimental comprometidas en la construcción de un futuro para las generaciones del planeta. 

Fernando Cortés Quintero
Bogotá

La locomotora del deporte
Los más recientes éxitos de atletas colombianos –como Nairo Quintana, Orlando Duque y Caterine Ibargüen–, exaltados en su edición n.° 1633, son la ratificación del gran momento por el que atraviesa el deporte colombiano. 

Estos triunfos, que se suman a los de los últimos Juegos Panamericanos de Guadalajara y a los de los Olímpicos de Londres, no son producto del azar, sino el resultado de un proceso de mas de 12 años basado en tres pilares fundamentales: el talento innato de nuestros atletas, la buena planificación técnica y el decidido apoyo del gobierno, que ha entendido que el deporte tiene que ser manejado por gente del sector y que la inversión económica es directamente proporcional al número de medallas obtenidas. 

Ahora que Colombia se ratifica como una potencia deportiva regional, es tiempo de que la empresa privada, un cuarto pilar de este círculo virtuoso, contribuya decididamente a impulsar este tren con destino a los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro en 2016. ¿Cuántas empresas no hubieran querido, esta semana, asociar sus marcas con la presea dorada y la carismática sonrisa de Caterine Ibargüen? Definitivamente, no hay un medio más efectivo para unir a los colombianos que las hazañas de sus ídolos deportivos.
Carlos Eduardo Villegas Estrada
Bogotá

Buenas noticias
Cada ocho días estoy pendiente de SEMANA. La primera cosa que miro es la foto de la portada. Al respecto, con muchos otros suscriptores estamos cansados de que destaquen políticos, guerrilleros o narcos. Quisiera ver en la próxima portada lo que esta pasando con el deporte colombiano. El fútbol, el atletismo, el ciclismo producen también buenas noticias. Estamos cansados de la política, de Santos, de Uribe, de Petro y de los guerrilleros como pantalla en su revista. Felicitaciones porque también se ven buenos contenidos. 
Gustavo Pulgarín Vera
Medellín

La intimidad del Libertador
Me demoré algunas semanas para emitir mi concepto esperando que alguno de los lectores hiciera algún comentario al respecto. Pero inexplicablemente nadie dijo nada. Me refiero a ‘La primera noche de Manuelita y Bolívar’, de la novela de Mauricio Vargas, publicado en la edición n.° 1612. Respetuosamente lo digo: es una vulgaridad y un irrespeto lo expresado allí. Respetemos por favor a los lectores y pensemos en el fruto y en lo que puede ofrecer lo narrado allí para nuestra juventud. Respetemos la intimidad de nuestro Libertador.
Alberto Rivera Ríos
Neira (Caldas)

Portada sugestiva
En la portada de la edición n.° 1632, se presenta al expresidente Uribe mostrando cuatro  ases. En tal sentido, lo primero que habría que preguntarse es si en realidad las cartas son ases y no comodines, y lo segundo, si con alguna de esas cartas puede ganar la partida y con ello acercarse de nuevo al Palacio de Nariño.

La imagen es sugestiva, como quiera que puede hacer creer a los lectores que Uribe ganará la partida, situación que –vistos los rostros de las cartas– dista mucho de la realidad, toda vez que dado el perfil y poco carisma de los candidatos uribistas, les resultará muy difícil derrotar al actual presidente. Hubiese sido mejor que, en lugar de ases en la portada, se hubiera representado la mano que mueve los hilos, al mejor estilo de la producción de Coppola, y se hubiera titulado ‘Los hilos de Uribe’. Sería más acorde con la realidad.
Carlos Andrés Borrero Valencia
Cali

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