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CELIBATO Y SACERDOCIO

14 de septiembre de 1998

Me refiero a la nota de María Mercedes Carranza sobre Los curas y el sexo. Me duele, como sacerdote, lo que allí se dice porque comprendo el mal que se le hace a la Iglesia y a la institución sacerdotal. El autor del libro, conocido por su aversión a la Iglesia, presenta unos datos aparentemente objetivos, capaces de hacer creer a una persona de la cultura de María Mercedes que son expresión de una realidad documentada . Sin embargo, debo expresar que el señor Rodríguez no conoce _no quiso conocer_ la verdad de tantos miles de sacerdotes que amamos nuestro celibato y procuramos vivirlo con fidelidad. Llevo 37 años de sacerdocio. He predicado retiros espirituales a cientos de sacerdotes. He escuchado sus confidencias y les he ayudado en sus luchas espirituales. Conozco sus debilidades y flaquezas, igual que las mías. Pero, al mismo tiempo, soy testigo directo de las bondades, generosidad, espíritu de sacrificio y amor al celibato de tantos de ellos. Me parece, por tanto, que tengo cierta autoridad para negar, de manera rotunda, las afirmaciones calumniosas del libro en cuestión. Javier Abad Gómez, presbítero Medellín

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