De acuerdo con el parque

Deseo agregar algunas precisiones a las observaciones formuladas sobre la posibilidad de convertir los terrenos del Country Club en parque público, publicadas por ustedes en la edición #927. Estoy totalmente de acuerdo con la destinación de esos terrenos como parque público. El que la ciudad disponga de 100 hectáreas adicionales como área verde me parece un aporte importante. Considero esencial disponer de un plan sectorial o proyecto urbanístico para verificar cuál ha de ser el destino final de esos terrenos. Considero también importante ponderar esta obra dentro de las prioridades actuales de Bogotá. El club ha preservado esos terrenos y los conserva hoy a un alto costo que pagan sus socios. Ese factor debe pesar en la consideración de adquirirlos o expropiarlos a corto plazo. La arquitectura de la sede del club debe ser objeto de conservación. En ella se encuentra el talento de la firma Obregón Valenzuela & Cía. y de Jorge Arango Sanín. La estructura de la piscina fue, en su momento, una obra tecnológicamente importante. El proyecto futuro debe decidir la destinación de esas estructuras.