De la Anuc

Quisiera hacer algunas aclaraciones y precisiones sobre su artículo 'Páselas por inocente' (SEMANA #1.123). Les ruego publicarla. En el caso del ex embajador Carlos A. Marulanda, el 14 de febrero de 1996, fueron desplazadas violentamente 170 familias que explotaban los predios de la Hacienda Bellacruz desde 1987. Como consta en las denuncias ante la Defensoría del Pueblo no es cierto que los campesinos desplazados hubiesen decidido acusar sólo cinco años después al ex embajador.

El último fallo de la Fiscalía General que levanta todos los cargos contra el ex embajador bajo el argumento de que el acusado se encontraba en Bruselas cuando sucedieron los hechos, no deja de ser una burla; como si este mundo de las telecomunicaciones no permitiera llevar negocios desde cualquier rincón del mundo. Pruebas tiene la Fiscalía de que Marulanda mantenía una permanente comunicación con la hacienda como lo declararon bajo juramento sus trabajadores, que él estaba al corriente de todos los asuntos del predio, que giraba altísimas sumas a su hermano Francisco Marulanda bajo una falsa identidad, la misma con la que fuera capturado en 1998 en Barranquilla. Todo ello consta en el expediente.

Creemos que una de las bases para una paz duradera es la justicia: el esclarecimiento de los hechos, el castigo a los autores materiales e intelectuales y la reparación a las víctimas, sin la cual, la violencia seguirá en su espiral interminable.