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De Pastor Perafán

14 de octubre de 1996

Me dirijo a ustedes con motivo del Informe Especial Los otros dueños del país, (Semana #743). En la página 41, se refiere al monto de mi supuesta fortuna, según informaciones que dicen recibir del señor general Luis Enrique Montenegro, quien en una actitud irresponsable, antiética, con objetivos tendenciosos y de protagonismo, ha venido desinformando a la opinión pública. La presión de la opinión pública engañada impide que los fiscales investiguen imparcialmente y los jueces decidan conforme a la ley, ya que los medios me han condenado de antemano. Por los motivos antes mencionados y con el debido respeto solicito: 1. Que publique mi rechazo rotundo a la información falaz en contra mía suministrada por el señor general Montenegro, quien viola con ello la ley penal, incurre en calumnia. 2. Su revista, por no verificar responsablemente la información obtenida, me ha colocado frente a Colombia y al mundo como un reconocido narcotraficante a nivel nacional e internacional, cuando las autoridades hasta ahora, están investigando un pequeño monto de mi patrimonio que según ellas no se encuentra debidamente justificado, incurriendo los responsables del artículo de SEMANA en conductas típicas de injuria y calumnia indirectas. 3. Que desmienta que soy dueño de 1.704.808 metros cuadrados en la isla Barú, ya que la sociedad anónima Colombiana de Hoteles, de la cual soy accionista, es propietaria solamente de 850.000 metros cuadrados y yo, tan sólo, del porcentaje de estos metros cuadrados equivalente a mis acciones. Esto puede verificarse en los registros de las escrituras correspondientes, que para encontrarlas no es necesario ningún proceso de inteligencia militar, como así lo quieren hacer entender, pues, pueden solicitarse en las respectivas notarías o en la Fiscalía Regional de Santafé de Bogotá. 4. Que desmienta la información, dada por el general Montenegro y SEMANA en cuanto que el valor de los terrenos antes mencionados supera los 426 millones de dólares. Al respecto quiero informar que el valor comercial aproximado de estos terrenos se acerca a los 20.000 pesos por metro cuadrado, es decir, que los 850.000 metros valdrían 17.000 millones de pesos, aproximadamente. ¿De dónde y con qué propósito mal intencionado le agregan 409 millones de dólares? Si el señor general Montenegro ha tomado como base para esta venenosa información un documento redactado por mí en el que hago una proyección financiera a largo plazo, buscando inversión extranjera o financiación para ejecutar el proyecto hotelero de Barú, que en la actualidad está totalmente destruido por la arbitraria persecución judicial de la cual soy víctima, es una tremenda desproporción mostrar estas cifras como el valor comercial actual. 5. Que se exijan pruebas sobre las supuestas propiedades que según el general Montenegro o las autoridades a las que su redactor se refiere tengo en Madrid, Roma y Moscú, ya que esta información es falsa y tendenciosa. 6. Explique en qué se basa para informar que soy dueño de salones de belleza, salones de diseño y que participo en una mina surafricana y en oleoducto en el ex territorio soviético. 7. Se constate e informe que mis declaraciones de renta indican claramente el origen lícito de mi patrimonio, conseguido como fruto de mi trabajo y habilidad en el mundo de los negocios durante 24 años. Desde el año de 1971 cuando era suboficial del Ejército, ya tenía tres empresas: un laboratorio de mecánica dental, una sastrería y una fábrica de insignias militares, de las cuales mis compañeros y superiores de la época podrían dar testimonio. 8. Que el redactor de SEMANA y el general Montenegro, informen en qué se fundan para inflar mi patrimonio en 12.000 millones de dólares. Condeno este comentario irresponsable que sobre mi fortuna se hace, mostrándola como una de las más grandes de las que se tenga noticia. Todas estas calumnias de anónimos llegadas a la Fiscalía, y declaraciones falsas a los medios de comunicación, me han colocado en quiebra, se me han incautado todos mis bienes y mis ingresos, debo obligaciones bancarias, impuestos al Estado, las empresas en las cuales tengo acciones o cuotas sociales, sin respeto de los derechos de los demás accionistas, también fueron incautadas y sometidas a la ruina. Soy un hombre humanitario y apoyé a muchos artistas, deportistas, artesanos que han alcanzado grandes metas para el nombre de Colombia y hoy son perseguidos vilmente por haber aceptado mi apoyo, que lo ofrecí de buena fe y con sentimiento patriótico.
Pastor Perafán Homen. Bogotá

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