De la Universidad del Bosque

En mi condición de rector de la Universidad del Bosque, acudo a usted con el propósito de hacer claridad en relación con la información aparecida en esa prestigiosa revista en su edición #1.096 de mayo 5 a 12 de 2003, páginas 36 a 38, en la cual se hace referencia al caso "de los estudiantes universitarios que han terminado trabajando para las Farc". En dicho artículo, aparece el facsímil de una constancia presuntamente expedida por el ingeniero Fernando Rivera Insignares, en su condición de decano de la facultad de ingeniería electrónica, de esta universidad, en la que se expresa, que a nombre de la universidad, se brinda apoyo al estudiante Juan Pablo Gómez Barrero, de quien se afirma que "ha sido destacado honoríficamente gracias a su promedio académico histórico de 4,25". Lamento profundamente que ustedes hayan sido asaltados en su buena fe, pero es aún más preocupante el hecho de que la revista haya aceptado como cierta una constancia, que por la gravedad de los hechos que la anteceden, debió ser confrontada con la universidad, en su contenido y autenticidad, antes de lanzar un juicio que resalta en negrilla y expresa un supuesto apoyo de las directivas de la universidad, al estudiante mencionado. Considero que no corresponde a la universidad, efectuar pronunciamiento aprobando o improbando acciones de sus estudiantes, diferentes a las puramente académicas y menos aun respecto de aquellos conductos que puedan trascender al conocimiento de la justicia penal, como en el caso que nos ocupa.