Dejar de ser ilusos

Que Alfonso Cano (SEMANA #1361) sea más radical o duro que ‘Tirofijo’ es algo que, si se tiene en cuenta la nueva dinámica de los enfrentamientos con las Farc, ahora, poco podría importar. Los éxitos alcanzados por la política de seguridad democrática tienen disminuido y desarticulado el grupo terrorista. Parece entonces poco probable que una negociación de reinserción a la vida civil de los guerrilleros todavía existentes, se haga, bajo los mismos parámetros y condiciones que se consideraban en el pasado. Hay que recordar que el actual gobierno no ha aceptado, con razones que ahora se ven justificadas, varias exigencias de las Farc para iniciar diálogos.
De otra parte, después de 44 años de lucha, también parecería improbable que el grupo terrorista –a menos que sea un sometimiento obligado– deponga las armas por menos de lo que durante todo ese largo tiempo ha venido exigiendo. Vistas así las cosas, el momento de una negociación de paz con el grupo insurgente, a menos que militar y políticamente se restablezca, parece ser cosa del pasado. La oportunidad la tuvo ‘Tirofijo’ en el Caguán y la dejó pasar de largo. Ahora bien, quienes, con base en la nueva situación presentada, sueñan con un recapacitar de los dirigentes del grupo guerrillero, tendrán que dejar de ser ilusos y despertar a la realidad.

Ricardo Buitrago Consuegra
Barranquilla