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Del periodista Botero

26 de mayo de 2007

En vísperas de que saliera a librerías, dije a SEMANA que mi libro Últimas noticias de la guerra era una historia con un telón de fondo real en la cual se apelaba a elementos de ficción. Cité el episodio del nacimiento del hijo de Clara Rojas bajo bombardeos como ejemplo de este recurso, que luego fue criticado por algunos puristas. Unas semanas después, el señor Héctor Abad Faciolince se aprovechó de su condición de columnista de SEMANA para intentar (vanamente) una especie de boicoteo a mi libro, al que calificó de “basura literaria”. Entendí que sus señalamientos no eran más que una vulgar envidia y opté por guardar silencio.

Después, el señor Abad se dedicó a escribir sobre los mejores croissants de París y más tarde sacó un librito de autoayuda para los veraneantes de Cartagena y de Anapoima, así que me olvidé de sus ataques. Pero ahora, en la edición # 1307, arremete nuevamente contra mi trabajo, acudiendo otra vez a la idea de que yo engañé al público con un libro “mitad mentira y mitad verdad”. El contexto de su embestida es la confirmación que hizo el intendente Jhon Franco Pinchao sobre el nacimiento de un hijo de Clara Rojas en cautiverio.

Se nota que, ante la nueva evidencia, se ve obligado a decir algo. Pero lo que dice es basura: Abad se disfraza de pacifista para tocar los tambores del odio. Su camuflaje de niño bueno no logra disimular su sed de venganza. Y su división maniqueísta de nuestra sociedad no es más que una versión reencauchada de los discursos que nos tienen donde estamos.

Jorge Enrique Botero
Bogotá

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