El azul está vivo

Soy un joven caleño de 17 años, orgullosamente conservador y con muchos deseos de llegar algún día a ser Presidente de nuestro hermoso país. Considero que el Partido Conservador no está muerto, ni está por desaparecer, como lo han escrito repetidamente en esta prestigiosa revista que leo semanalmente.

En primera instancia, porque el conservatismo en Colombia es una ideología muy bien estructurada que trasciende el ser una máquina electoral y medir su valor según la cantidad de votos que obtenga en una elección; en segundo lugar, los principios de mi querido Partido Conservador, cobran plena vigencia en los tiempos actuales, cuando los valores que nos legaron nuestros mayores parecen haberse olvidado, soslayados por obra del facilismo y de un liberalismo excesivamente individualista, desde el cual se ha ultrajado la condición humana, pues se privilegian las libertades absolutas aun en sacrificio del cuerpo social.

Hay que decirlo con palabras claras: a lo largo de nuestra historia republicana el Partido Conservador se ha caracterizado por gobernar bien el país, cuando le ha correspondido hacerlo, mientras que el Partido Liberal se ha caracterizado por el mal gobierno. Qué reto para el Partido Conservador éste de la recuperación del país en medio de la peor y de la más generalizada de las crisis que haya sufrido Colombia en su historia.