El embajador y las Farc

SEMANA parece presumir en el 'Baja' de la edición #1.106, a larga distancia y sin contar con elementos de juicio, que por acá sólo han estado y están "pintadores de grafitis o distribuidores de pasquines defensores de las causas populares maltratadas en Colombia". No, no es así, se trata de serios indicios de la presencia de los enemigos de la patria: y no tengan duda, de la presencia activa del suscrito que no concibe la genuflexión como la correcta diplomacia, ni el silencio como el método para las buenas relaciones. La primera trae consigo la representación de las políticas de un gobierno, entre las cuales es prioritaria en nuestro caso la defensa y seguridad democrática, que en su consolidación reflejará la paz para todos, un mejor posicionamiento ante el mundo, y una migración digna para los colombianos, respetuosa del principio de reciprocidad diplomática y colaboración entre Estados hermanos.