Home

Cartas

Artículo

El eterno problema político

En la edición #1.094 fue refrescante encontrar un artículo como 'Contra la corriente', fue como una nueva 'puesta en escena' de nuestra 'película' cuyo guión obligado es el eterno

Angela María Pérez Moreno
28 de abril de 2003

En la edición #1.094 fue refrescante encontrar un artículo como 'Contra la corriente', fue como una nueva 'puesta en escena' de nuestra 'película' cuyo guión obligado es el eterno problema político colombiano, que actualmente carece de actor 'villano', capaz de ejercer una oposición constructiva e inteligente al mandato del presidente Uribe. Pero la razón no es sino una: tenemos miedo. Pavor de volver a las épocas de Caín contra Abel (Samper vs Pastrana), volver a ser espectadores del sainete político bipartidista, en el cual todo sucede pero nada pasa. Tenemos la firme decisión de permitirle al presidente Uribe que lleve a cabo lo que prometió y que hasta la fecha parece cumplir. Nos da miedo romper el equilibrio político que vivimos ahora y luego arrepentirnos de haber luchado contra algo que pudo haber funcionado. Basta con ver el perfil de los opositores al gobierno, Piedad Córdoba, senadora histérica, que pasó las elecciones 'raspando'; Antonio Navarro Wolff, muy inteligente, pero muy desperdiciado por no pertenecer a la 'rosca'. Garzón, no pasa de ¿será que sí es lo que dice?, no lo conocemos. El ex magistrado Carlos Gaviria, se hizo notar a través de la Corte Constitucional, muy cuestionada y temida en el anterior desgobierno. ¿Los demás? Una 'parranda' de 'ruanetas' salidos de las llamadas minorías. Colombia está en un momento demasiado importante para su propio futuro, como para sentirse con derecho de 'meterle mano' y jugar con el porvenir de todos. La vida política colombiana no es un show, por lo tanto no necesita villano. Creamos en lo nuestro. Ya, si el tiempo pasa y no vemos resultados, pues le 'metemos' el acelerador a fondo, pero por lo pronto, no.

Angela María Pérez Moreno

Medellín

Noticias Destacadas