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En defensa de Mejía

Durante años y con admiración e interés hemos sido perseverantes lectores del escritor Antonio Caballero,

Tulio Gómez T.
26 de junio de 2000

Durante años y con admiración e interés hemos sido perseverantes lectores del escritor Antonio Caballero, a quien consideramos inteligente, atinado y justo crítico del acontecer del país y de sus actores, amén de su cautivante amenidad y ribetes de bromista en serio. Sin embargo, la columna dedicada al actual ministro de Cultura, Juan Luis Mejía (SEMANA #941), por no apoyar los trámites para la liberación de impuestos de la donación Botero, ni facilitar el transporte de las obras, es inaceptable por culpa de un error elemental en el ejercicio del periodismo: falta de veracidad en los datos.

Durante muchos años, Mejía ha sido un estudioso de la cultura y del patrimonio, escritor, historiador y director de varias entidades culturales tales como la Biblioteca Pública Piloto de Medellín, la Biblioteca Nacional y Colcultura, por mencionar algunas. Por otra parte, desde siempre, pero en especial desde el momento en que hace tres años comenzó la campaña de cambio integral del Museo de Antioquia, se involucró de lleno con la causa y no por ser voluntario, su trabajo fue menos denodado y eficaz. Luego como secretario de Educación participó en el proceso y posteriormente, en su calidad de Ministro ha sido firme facilitador del proyecto, además de aportar 1.000 millones de pesos para la restauración del edificio. Por estos motivos, de manera respetuosa y en aras de la razón, consideramos inadmisibles las acusaciones hechas tanto al Ministerio de la Cultura como al Ministro, en el tema de la donación Botero, máxime cuando provienen de un columnista informado, justo y veraz como lo es Antonio Caballero.

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