Falta de humanismo

El excelente cubrimiento que ustedes le dieron a la fallida entrega de las señoras secuestradas por las Farc (SEMANA #1340) me conmovió inmensamente. No porque me revelara la realidad de lo que pasa en mi querido país, pues esto es algo que uno tiene reconocido desde que llega al uso de razón, sino porque me puso de presente, de nuevo, la dura realidad de que los miembros de las Farc carecen de todo sentido humanitario.

Y precisamente eso es, en mi concepto, una contradicción en los términos, porque supuestamente la izquierda es más humanista que la derecha, le da más importancia al ser humano que a las cosas materiales y, por supuesto, que al capital.
Sin embargo, lo único que uno puede deducir de los actos de la guerrilla es que para las Farc el ser humano es apenas una mercancía, y no estoy hablando solamente de los secuestrados, sino de los propios simpatizantes y hasta de los miembros de esa agrupación terrorista. Eso se puede observar en las descripciones sobre la forma como tratan a los secuestrados y a sus propios integrantes, que siempre están al borde de ser ejecutados hasta por las faltas más simples.

Por eso me parece despreciable la forma como creyeron que un campesino como José Crisanto Gómez, quien ya tiene varios hijos que alimentar, podría ser la solución para salvar al pequeño hijo de Clara Rojas, sin pensar que cuando la situación del mismo se pusiera grave, no tendría otro remedio que llevarlo a un hospital.
No contaban, afortunadamente, con que el sistema de protección infantil en Colombia funciona mucho mejor que lo que la mayoría de las personas creen. En suma, el gobierno de nuestro presidente Uribe logró salvar la situación por cuenta de la eficiencia del más inesperado de los institutos, lo que no quiere decir que deba bajar la guardia. Adelante, presidente Uribe.

Carlos González Mejía
Bucaramanga