Home

Cartas

Artículo

La desazón que asalta

3 de mayo de 2008

La propuesta de la revista en su edición #1356, de esta semana, refleja por sí sola y de alguna manera, la desazón que nos asalta a muchos, de qué hacer con la situación por la que está pasando el país político. Pero dar perdón y olvido a cambio de muerte política a aquellos que pactaron con quienes jamás perdonaron a sus víctimas y quienes en un acto de dudosa contrición buscan hoy el perdón que ellos jamás entregaron, es no sólo injusto con los que, posiblemente puedan probar su inocencia, sino que es además la puerta de salida para aquellos que cohonestaron con las masacres y el desplazamiento. Una condena de una justicia seria debe conllevar también implícita, la muerte política y no esgrimirla como un trapo, únicamente para limpiar la cara de un gamín sucio. Solamente condenas ejemplares y graves pondrán a raya a los corruptos, eso si y solo si, se aplica por igual a los de arriba y los de abajo, para no estar buscando cómo acomodar las condenas de acuerdo con el estatus de cada ciudadano. En conclusión, lo que se debe reformar no es la política, que se debe ejercer con ética, sino la justicia, que se debe blindar, para que no sea la que tenga que acomodarse a las necesidades de un Estado y unos políticos que le venden su alma al diablo.

William Castaño V.
Medellín

Noticias Destacadas