La ingenuidad

En la edición #1387, artículo ‘Los hijos del Presidente’, es manifiesta la ingenuidad que tuvieron los hermanos Uribe en “dos episodios polémicos”. Se vieron afectados, pues no fueron conscientes ni contemplaron la “responsabilidad pública” que debían asumir en sus actos y generaron un lógico ambiente de duda que fue aprovechado inteligentemente por una oposición que no perdona y que hurga a ultranza.
Uno de los escándalos más vergonzosos se dio hace ya 16 años, cuando el presidente Gaviria, la Policía Nacional, las Fuerzas Armadas y el gobierno en general pudieron constatar que Pablo Escobar ya no estaba en la cárcel de La Catedral y que los constantes comentarios sobre irregularidades en el centro carcelario eran realidad. Conclusión: ingenuidad del gobierno y falta de control.

Más adelante, esta otra joya: San Vicente del Caguán. Se patrocinó inconscientemente el robustecimiento militar de la guerrilla. Conclusión: nuevamente ingenuidad del gobierno y falta de control.

Para qué entrar en detalles sobre otra vergüenza nacional que ha sido la para-política, consecuencia de una infantil ingenuidad estatal y ausencia total de vigilancia y control.
Hace pocos días otro escándalo aterrador sobre un falso paraíso financiero. Aún no conocemos el resultado final de la ingenuidad mezclada con la cultura del dinero fácil, pero, sin lugar a dudas, más catastrófico porque se llega a la destrucción de los valores éticos, la familia, el trabajo, la patria, todo... 

Para evitar vergüenzas posteriores, es obligación de todos ser constantes celadores y guardianes de lo bueno; hacerle seguimiento a todo lo que tenga olor y sabor a descompuesto.

Luis Fernando Villa Echavarría
Medellín