La peste negra

Las columnas más recientes de Antonio Caballero traen la visión apocalíptica que nos está dejando el conocimiento cada vez más profundo de la naturaleza humana. En la columna ‘El sabio y el comisario’, edición #1322, dice Caballero, “... el origen del conflicto es político, y la negativa a reconocerlo es un malabarismo semántico: un sofisma que sólo convence a los ya convencidos de antemano. Pero la razón de esa negativa no es de naturaleza política (...) sino de índole sociológica, sicológica, y, en fin de cuentas, neurológica”. Con esta misma lógica todos los universales y comportamientos humanos heredados de nuestros antepasados animales, fijos en el cerebro de cada quien de manera química y por lo tanto indeleble, nos llevan por los caminos tortuosos de las creencias, las fobias, y los comportamientos de supervivencia del más fuerte, que traen como consecuencia que ya estemos más que maduros para la reaparición de la peste negra... La derecha intransigente y belicosa es el resultado final de los universales más primitivos, el clan, los machos alfa, la territorialidad. La izquierda siempre será el macho joven que viene a desafiar al dominante. Por eso la izquierda cuando toma el poder se vuelve de derecha, a la espera de otro macho joven.

Darío Aguilera
Bogotá