La reina de la noche

Hemos leído con gran atención e interés el artículo sobre el éxtasis publicado en el número anterior de SEMANA, donde se hace un pormenorizado recuento de lo que ha representado para diversas generaciones el uso de esta droga, y la forma como logró invadir los espacios de algunos jóvenes colombianos.

Por considerar que esta oportunidad es la más propicia para alertar sobre el consumo de esta sustancia, permítanme agregar a su información una serie de elementos que tanto los muchachos consumidores como sus padres deben tener en cuenta.

1. Una serie de estudios llevados a cabo en Gran Bretaña muestran que el éxtasis puede afectar de manera permanente la memoria.

2. Nada de lo que altere el funcionamiento del cerebro a nivel químico puede ser considerado inocuo hasta que no se agoten todas las pruebas. Esto está lejos de ser el caso del éxtasis.

3. Todos los derivados anfetamínicos (y el éxtasis es uno) pueden tener consecuencias muy negativas sobre el funcionamiento del sistema nervioso.

4. Hay una enorme ligereza en los medios al tratar estos temas: o se dice alegremente que “no hay peligro”, o se exageran de tal manera los riesgos que la información pierde toda credibilidad.

5. Esta ligereza se corresponde con la adoptada por los jóvenes que consumen estas sustancias, la mayor parte de las veces sin tener ninguna idea sobre lo que consumen.

6. La historia es bien conocida: avanzados los años 80 se seguía diciendo que la cocaína era inofensiva. Era llamada ‘la champaña de la droga’, ahora el éxtasis es llamado ‘reina de la noche’. El mensaje no puede ser más equívoco. Esas son las trampas en las que no podemos caer.