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La UP siempre fue legal

Fernando Pardo<br>Bogotá
12 de junio de 2005

En relación con la columna de María Isabel Rueda titulada 'La hora de Navarro', debo hacer una corrección necesaria. Ella señala en uno de los párrafos de su artículo lo siguiente: "Asesinaron a más de 2.000 integrantes de la Unión Patriótica cuando este grupo había hecho la paz con el gobierno y algunos de sus miembros comenzaban a hacer sus primeros pinitos políticos". El texto podría ser malinterpretado como que la Unión Patriótica era un grupo ilegal que luego se reinsertó a la civilidad.

La Unión Patriótica siempre fue legal. Su nacimiento se relaciona con la política de paz del presidente Betancur. Era un movimiento donde convergían sectores de las más diversas tendencias. En su seno tuvieron cabida miembros de la insurgencia desmovilizados en el contexto de negociaciones de paz de La Uribe. Era el movimiento que serviría como el puente hacia la paz y estaba siendo liderado precisamente por demócratas.

Ninguno de los muertos de la Unión Patriótica ha sido ex guerrillero. Jaime Pardo Leal, mi padre y candidato a la presidencia por la UP, era un jurista; dedicó su vida a la rama judicial. Fue juez y magistrado; presidente de la Asociación Nacional de Jueces. Profesor ilustre de la Universidad Nacional. Miembro del Comité Permanente para la Defensa de los Derechos Humanos. Siempre actuó en defensa de la democracia y por ella ofreció su propia vida.

Bernardo Jaramillo también fue un jurista, un joven inteligente, arriesgado y que siempre le apostó a la paz. Lo mismo podemos decir de Manuel Cepeda, Leonardo Posada, José Antequera, Pedro Nel Jiménez, Pedro Luis Valencia, por citar algunos.

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