Los poetas de la muerte

Leí con inocultable asombro el artículo ‘Ofensiva mediática’, publicado en Revista SEMANA en la edición #1302. Debo confesar que a pesar de jactarme de ser buen lector, tuve que leer una y mil veces el artículo, pues no podía creer lo que allí decía. Ahora resulta que les quedamos debiendo a los señores paramilitares, quienes no solamente gozan de todos los privilegios en su centro de ‘reclusión’ en Itagüí, sino que, además, tienen el cinismo de hacer público el proyecto de instalar un ‘centro de comunicaciones’ que incluya programas de radio y televisión, revistas y periódico. Ante tal desfachatez, no quiero imaginar las opciones que emitirá su PBX con la llamada ingenua de un buen ciudadano: “para masacres, marque 1; para desapariciones, marque 2; para torturas, marque 3; para asesoría política, marque 4; para repetir este menú de opciones, marque 5; si quiere ser atendido por uno de nuestros verdugos, marque 6.” ¡Qué tristeza! ¡Hasta dónde hemos llegado!

Julián Casas M.
Medellín