MIGUEL ANTONIO CARO BLANCO

Tres días después de leer la edición #785 de SEMANA aún no puedo salir del asombro, ni de la perplejidad y me pregunto si es cierto lo que leí, o si es una horrible pesadilla. No puedo creer que después de andar por todos los rincones y veredas de mi pueblo, sin escoltas, sin chofer, sin precauciones, tenga en este momento que recluirme en mi casa, en mi oficina, en sitios específicos, desconfiando igualmente de todo el que se me acerca.No puedo creer que de la noche a la mañana por culpa de un artículo de prensa, mi vida, la de mi pueblo, la de mis amigos, la de mis hijos y la de mi familia cambien tan drásticamente. Independientemente de que la información haya sido suministrada o no por el Ejército, la revista ha sido irrespetuosa, ha sido inhumana; quizás valga más un éxito periodístico que la vida de miles de personas; pero es bueno reflexionar, si es mejor hacer un periodismo serio y positivo para el país, o un periodismo al servicio de la violencia. Ni con rectificaciones, ni con explicaciones de ninguna índole podrán resarcir el daño que nos han causado, pero quedará en su conciencia y en la de su grupo periodístico, el haber puesto la lápida a muchos colombianos inocentes y con ellos dejando a Colombia en un mayor grado de postración y dolor. Miguel Antonio Caro Blanco, Alcalde Cumaral, Meta