OBJETIVIDAD E IMPARCIALIDAD

Soy fiel lector y admirador de la periodista _y ahora congresista_ María Isabel Rueda. Sin embargo no comparto la apreciación de ella, en su artículo '¿Qué hacer con Juan Carlos?', edición #847 de SEMANA, sobre la imparcialidad del Procurador y del Fiscal.
¿Por qué el Procurador tenía que esperar la intervención de última hora de la doctora Noemí Sanín para frenar las giras del presidente en campaña política? Armando Benedetti, en la revista Diners de junio de 1998, escribe en su columna '¿Y qué pasó en La Costa?': "El verdadero fenómeno político en Barranquilla, y en la Costa toda, no es Bell sino el Padre Hoyos, cuyas preferencias por Serpa, aunque en un plan no perceptible por la Procuraduría, resultan evidentes para sus electores". (Subrayado es mío). No se entiende por qué algo sobre lo cual informaron los medios de comunicación, algo que fue tan perceptible para ese columnista y para televidentes y lectores de prensa, la abierta campaña del alcalde de Barranquilla en favor de Serpa, no lo fue para el Procurador. También deja dudas el comportamiento del señor Fiscal con respecto a su antecesor. El doctor Valdivieso ha presentado las debidas explicaciones sobre un cheque correcta y oportunamente relacionado, en un caso similar al del ex ministro de Defensa Guillermo Alberto González, ya resuelto favorablemente por la Fiscalía (SEMANA #844). ¿Estará procediendo el señor Fiscal con objetividad e imparcialidad en este caso?
Silvio Trujillo Acebedo
Medellín