Perros de compañía

En su edición #978, con el título ‘Vida de perros’, ustedes informan que después de comprobarse la peligrosidad de los perros de raza pitbull, doberman, rottweller, fila brasilero y tosa inu, estos quedaron en la mira de las autoridades capitalinas. Las medidas que ustedes divulgan no corresponden a un análisis serio del tema. Probablemente producirán más mordidas pero esta vez no serán de los perros. Para llegar a la conclusión de que las normas no fueron bien estudiadas, que serán ineficaces y que el problema persistirá, basta observar que en Colombia no hay perros tosa inu, que el doberman es hoy un perro de compañía y que la gran mayoría de los perros que existen en el país no son de razas puras y más bien lo que hay son cruces desordenados de las mismas; amén de que en este último caso cabe preguntarse, por ejemplo, ¿si un perro hijo de un labrador y un rottweiler será objeto de la medida dictada?

Por lo demás, las medidas no apuntan al verdadero problema, el dueño del perro. El perro se comporta como su amo quiere que se comporte. Los vehículos no son peligrosos sino cuando hay conductores irresponsables en ellos y nadie ha pensado en prohibirlos por la gran cantidad de accidentes fatales que producen.