PIRAMIDE DE CABEZAS

Es lógicamente natural que al brillante y pleitista escritor Antonio Caballero, le atrajera la
mansedumbre del hermano San Francisco de Asís, le dio media página.Pero me parece que es necesario
guardar relación con los líderes de la guerra. A Gengis Kahn, apenas si lo nombra y a Tamerlan lo ignora. El
primero, fue dueño desde el polo hasta el mar de la India y desde el mar de la China hasta Polonia y Rumania.
El segundo, dominó también desde la estepa rusa hasta el mar de la India, y desde las costas de China
hasta Rumania y Bulgaria. Es verdad que, al ocupar Bagdad hizo una pirámide con las cabezas de sus
enemigos que según algunos escritores contenía 90.000 cabelleras y según otros 700.000. Pero también es
verdad que, hablaba varios idiomas y sabía de historia, quizá más que don Antonio Caballero y con seguridad
más que el suscrito.Pero fíjense que es bueno conocer las historias de quienes ocuparon el trono de
Samarkanda, pues el monje Nostra Damus, ha predicho que en la tercera guerra mundial un líder asiático
destruirá la ciudad de las altas montañas, que según los entendidos no es otra cosa que Nueva York, a
menos que en eso de las altas montañas, se refiera al páramo de Cruz Verde a Monserrate y Guadalupe.
Oscar Cuevas Gamboa Bogotá