PLUMILLA GENIAL
10 de mayo de 1999
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Serán tantas la vanidad y las ganas de figuración de los llamados dirigentes nacionales, que
en vez de indignarse ante la forma desdeñosa como los ridiculiza y castiga Héctor Osuna, le dan las gracias,
siempre con la esperanza de no desaparecer de la inmortalidad que da esa plumilla genial. Hernando Giraldo
Alvarez La Mesa de Juan Díaz