Home

Cartas

Artículo

POR ROSARIO DE LA CERDA

23 de noviembre de 1998

Muy interesante el artículo sobre Pablo Neruda publicado en el número de septiembre 21-28. Sin embargo, contiene una imprecisión: Los versos del capitán no fueron inspirados por Matilde Urrutia, como lo afirman ustedes, sino por Rosario de la Cerda, quien lo prologaba con una hermosa carta fechada en La Habana, el 3 de octubre de 1951, en ediciones en las que el autor se mantenía aún anónimo. Posteriormente, en 1963, el mismo Neruda escribió otro prólogo reconociendo la autoría del libro con esta bella frase: "Ahora que lo reconozco, espero que su sangre furiosa me reconocerá también". Por supuesto, Matilde le inspiró muchos y hermosos poemas. En el Testamento de otoño, el último poema de su singular libro Estravagario, le canta en versos eneasílabos bellísimos: "Matilde Urrutia, aquí te dejo lo que tuve y lo que no tuve, lo que soy y lo que no soy. Mi amor es un niño que llora, no puede salir de tus brazos, yo te lo dejo para siempre: eres para mí la más bella". Con similar apasionamiento se dirigió a Rosario de la Cerda y otras muchas mujeres: es conmovedor el poema Rangoon 1927 del libro Memorial de Isla Negra, donde refiere, en versos inmensamente humanos, su encuentro en un muelle con una prostituta que "...miraba buscando hombre..." y él "...la deseaba con olvido ardiente...". Todos estos poemas son, poéticamente, sinceros: si no, carecerían de su tremenda fuerza estética. Si el poeta después olvidó a esas mujeres, o cambió de opiniones, o se arrepintió de escribir algunos versos, o 'mintió' en sus actuaciones vitales, no mintió en su poesía. De hecho, creo que es legítimo decir que Neruda es sinónimo de poesía. Mario Mendoza Orozco (Vía Internet) Cartagena

Noticias Destacadas