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QUE CLASE DE PAZ

6 de abril de 1998

Me sorprendió leer en su análisis de los candidatos presidenciales que la gran fortaleza de Serpa es la de que es capaz de alcanzar la paz. ¿De dónde sacó la prensa esta idea? En primer lugar, como ya ha sido señalado, él no sólo ha desempeñado cargos en que podría haber logrado la paz si hubiera sido capaz, como también ha participado en los diálogos mismos sin alcanzar ningún resultado. ¿Por qué ahora?Por otro lado, ¿no puede el país caer en la superficialidad de pensar que Serpa como presidente alcanzaría la paz, sin considerar qué clase de paz y cuál sería su costo? Su propuesta de la gran reconciliación es retórica política y su compromiso personal es una afirmación de la que tenemos que dudar, pues su participación en el proceso 8.000 pone en duda su credibilidad. Más importante es que nos aclare cuál es su posición frente al despeje de los cinco municipios y la celebración de una constituyente como condición inicial para los diálogos de paz.Por sus antecedentes, no cabe la menor duda que lo que Serpa trataría de hacer es abrirle espacios políticos generosos a los líderes guerrilleros y llenarlos de prebendas, a costa de quienes han trabajado honestamente y no han delinquido. No olvidemos que la guerrilla es una ficción política, pues está compuesta de unos pocos líderes guerrilleros millonarios y un ejército de campesinos sobre los que no ha recaído ningún beneficio. Estos mismos líderes, vueltos millonarios con el producto del tráfico de narcóticos y los secuestros, desean alcanzar el poder y ese paso es el que van a lograr gracias a Serpa que ha sido siempre, abierta o veladamente, uno de sus aliados. Esa paz no se presentará como la única posible, como la gran reconciliación anunciada. Más tarde todos pasaremos a ser proletarios, para que los líderes de la narcoguerrilla puedan realizar su sueño de poder político ya que sus sueños económicos los llenaron con creces. María Cristina Iriarte Bogotá

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