Seguridad para Bogotá

De indiscutible interés por su profundidad e imparcialidad el artículo 'Por qué baja Lucho'.edición #1.203. Sin embargo, considero que se deben tener en cuenta algunos aspectos que definen la seguridad capitalina y que escapan al control del alcalde Garzón: la concentración de albergues para reincorporados y la tardanza en el ajuste de la política de reinserción que obliga su desbordamiento; la compleja situación de las víctimas del desplazamiento en la ciudad, ya considerada por organismos internacionales de derechos humanos como problema de salud pública y cuyos índices se mantienen constantes durante los últimos tres años; la problemática carcelaria originada en el hacinamiento y el delito intramuros, entre otros delicados asuntos cuyo tratamiento compete al nivel nacional de la administración.

Lo que ocurre en Bogotá obedece, además de lo expuesto en SEMANA, a la ausencia de una política de seguridad urbana de Estado, que aterrice en los pueblos y las ciudades la política de defensa y seguridad democrática del presidente Uribe. Solamente así, el ciudadano podrá recuperar la percepción de seguridad, que es, ni más ni menos, en lenguaje coloquial, que la seguridad en "carne y hueso".