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Sobre la Corte

En la edición #956 el señor Hernán Echavarría O., critica al magistrado José G. Hernández por la decisión de la Corte Constitucional de poner límites al interés para vivienda: “La Corte está violando los derechos de propiedad de los ahorradores.

Hugo Velásquez A.
15 de enero de 2001

En la edición #956 el señor Hernán Echavarría O., critica al magistrado José G. Hernández por la decisión de la Corte Constitucional de poner límites al interés para vivienda: “La Corte está violando los derechos de propiedad de los ahorradores. En consecuencia el público dejará de ahorrar…”. En el mismo sentido escribió la señora María Isabel Rueda en contra de la Corte. Se diría que con estas críticas se está defendiendo a los ahorradores.

Bien lo dice Antonio Caballero, este país está como está por la ambición que no respeta. Si quieren defender a los banqueros por qué no reconocen, como un aporte a la paz, que ya ganan lo suficiente, por ejemplo, un tarjetahabiente que compra un promedio de 100.000 pesos mensuales, les produce utilidades cercanas al 18 por ciento, es decir, más del 200 por ciento anual. De este porcentaje los comerciantes aportan 84 por ciento.

Por qué no reconocen además que a los ahorradores que ellos se refieren, esa masa de clientes que forman las colas en las oficinas, no reciben interés real. Ejemplo. Pedro le presta a Juan 100.000 pesos para que al cabo de un año le devuelva el mismo valor, sin intereses. Si la devaluación en ese año fue de 10 por ciento y si Juan es correcto le deberá devolver 110.000 pesos para que no pierda valor adquisitivo y Pedro pueda comprar el mismo artículo que un año antes costaba 100.000 pesos. Pero si Pedro le presta ese mismo dinero a un banquero éste sólo le devuelve 106.000 pesos (alrededor del 6 por ciento están las cuentas de ahorros). La conclusión no es la conjetura del señor Echavarría Olózaga que el público dejará de ahorrar sino preguntar ¿por qué siguen haciendo cola frente a las ventanillas si los están esquilmando? A éstos ni siquiera los defienden sus representantes. Ernesto Samper y Horacio Serpa en campaña prometieron acabar o modificar el sistema Upac y ya en el poder se hicieron los locos.

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